En 'la teoría de juegos' que es ahora mismo la política española cabe todo. Y, si es posible un gobierno Frankenstein con Pablo Iglesias de vicepresidente y los independentistas catalanes de ERC dándole apoyo parlamentario, piensan en la dirección del PP... ¿Por qué no uno de la 'vía 130', PSOE y Ciudadanos (130 diputados) con apoyo externo de los 35 de Podemos, los de Más País y Compromís (3), cántabros del PRC (1), Teruel Existe (1), Coalición Canaria (1) y Nueva Canarias (1)?
Esta mayoría alternativa de 172 escaños que suena tan inverosímil no debe serlo tanto a los ojos de Pablo Casado, porque es lo que le va a sugerir el lunes a Pedro Sánchez en la entrevista que ambos mantendrán en el Congreso. "Nosotros no vamos a hacerle el Gobierno", matizan las fuentes consultadas por Vozpópuli, pero lo que no quiere la plana mayor de los populares es que les metan en la ecuación de la gobernabilidad en esta legislatura tan incierta.
"No rotundo"; antes que eso, terceras elecciones porque están persuadidos de que el electorado, con un Vox tan pujante como ha salido de las elecciones generales del 10 de noviembre "nunca nos lo perdonaría", pese a lo que digan barones importantes del partido como el gallego Alberto Núñez Feijóo o el castellano-leonés, Alfonso Fernández Mañueco.
"No vamos a apoyar a Sánchez jamás; no nos fiamos de él; que se olvide Sánchez y que se olvide Arrimadas", insisten en la tesis ya desarrollada por su líder. No se fían de que, tras esa hipotética abstención de sus 89 diputados + 2 (Navarra Suma) para que gobiernen PSOE y Ciudadanos (130), Sánchez no 'vuelva a las andadas' con Podemos y los independentistas de ERC a las primeras de cambio.
El líder del PP está "convencido" de que el PSOE acabará formando gobierno con Podemos y ERC, pero antes pretende dejar en evidencia los vaivenes y "contradicciones" de Sánchez
Casado está "convencido" de que su rival acabará formando gobierno con Podemos y ERC, señala otra fuente del 'núcleo duro' en la calle Génova, pero pretende dejar en evidencia las "contradicciones" y vaivenes de Pedro Sánchez más que proponer en firme una alternativa.
Porque, a diferencia de lo que ocurrió tras la repetición de elecciones junio de 2016, cuando Mariano Rajoy siguió sin tener otra opción que la abstención socialista para ser investido porque sus 137 escaños y los 32 de Ciudadanos no sumaban, ahora Sánchez sí la tiene. Puede sumar como pretende, con Podemos y ERC, o con Cs, como propone Inés Arrimadas, y el PP no lo ve mal con tal de que el Ejecutivo no caiga en manos de Podemos y se ponga en riesgo la unidad del país por las exigencias del independentismo.
Eso sí, en la sede de los populares en la calle Génova quieren quieren que la líder naranja se olvide del 'Gobierno 221' (la suma de los escaños de PSOE, PP y C's), que requeriría el 'sí' del PP al candidato socialista, porque "eso no va a ocurrir". Sería el suicido de Casado, dicen algunos en su partido -no los barones-, porque eso sí que entregaría en 'bandeja de plata' la oposición a Vox.
Que Iglesias se haga un 'Abascal'
La lógica de los populares es que, igual que la formación de Santiago Abascal apoya los gobiernos municipales del PP y Ciudadanos sin entrar en los mismos, Pablo Iglesias y los suyos deberían hacer lo mismo en el Ejecutivo de la nación para acabar con la parálisis política que vive España.
"El problema surge cuando tú (Sánchez) firmas aprisa y corriendo, haces un Gobierno con Podemos a las 24 horas de las elecciones del 10 de noviembre", señalan las fuentes consultadas. Ahora, a ver quién le dice a Iglesias "que no va a ser vicepresidente".