Apenas transcurridas un par de horas desde la proclamación de Pablo Casado como presidente del PP, su equipo empezó a recibir llamadas de antiguos cargos y militantes que querían volver al partido. Son los llamados 'desertores', que habían abandonado la formación por no compartir la línea marcada por Mariano Rajoy.
Dirigentes locales y provinciales que dejaron sus cargos, que incluso se han ofrecido a Ciudadanos para integrarse en las listas naranjas de cara a las municipales de mayo próximo, han cambiado de idea. "Llaman ilusionados con la nueva etapa, dicen que les ha emocionado el mensaje de Pablo y su triunfo frente a Soraya Sáenz de Santamaría", asegura un miembro del cuartel general de la plataforma vencedora.
Un goteo persistente
El goteo ha proseguido a lo largo del fin de semana. En algunas zonas, los militantes llaman a las sedes que ya habían abandonado para informar de que quieren volver a formar parte del PP, que quieren recuperar el carnet que había roto. La política de Rajoy hacia Cataluña, la 'operación diálogo', la tibia aplicación del 155, provocaron fugas masivas de afiliados. "No sólo hemos perdido 3,5 millones de votos. También se nos ha ido gente muy valiosa, que no sintonizaba con la dirección nacional y que ahora quieren volver", señala la mencionada fuente.
Javier Maroto, uno de los puntales de la candidatura de Casado, confirmaba este lunes este lento reflujo de cargos y simpatizantes 'fugados' en los últimos meses rumbo a sus casas o a otros partidos. "No sólo se han ido a Ciudadanos, hay mucha gente por toda España que se ha pasado abiertamente a Vox", señala esta fuente. "Recuperarlos es uno de nuestras prioridades", añadía.
Hay zonas donde la defección de militancia ha sido notoria, como en Cataluña o la Comunidad Valenciana. "Ahora hay que retomar el pulso y estas primeras señales son el síntoma de que todo puede y debe cambiar", comenta un veterano afiliado madrileño.