Podemos está dejando de ser el partido más “sexy” entre los menores de 24 años, tal y como afirmó el propio Pablo Iglesias. Los votantes jóvenes fueron su principal granero de votos cuando el partido morado irrumpió en política. Pero ahora su atractivo está de capa caída. Así lo ha confirmado el lunes José Félix Tezanos, presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en un desayuno informativo organizado por The Experience Club y celebrado en el Casino Gran Vía en Madrid.
En abril de 2016, poco antes de las últimas elecciones generales, el barómetro del CIS cifraba en el 21,7% la intención de voto para Unidos Podemos y sus siglas locales. El partido de Iglesias lograba en solitario el 16,6% del voto joven y presumía de ostentar la mayor penetración en ese segmento de la sociedad, por delante de Ciudadanos (15,1%), PSOE (12,6%) y PP (11,1%). Tres años después, en el barómetro del pasado febrero, el voto joven a Podemos se ha desplomado en más de siete puntos.
Según el estudio del CIS, ahora Podemos solo atrae al 9% de los menores de 24 años (cifra que sube al 14% sumando IU y las marcas locales, de las que crece solo Compromís). Un dato únicamente por detrás del PP, que con un 8,5% de intención de voto es el menor valorado entre los jóvenes, según el CIS. El PSOE ha repuntado hasta el 17,1% y Ciudadanos también baja hasta el 10,7%.
Votantes de 18 a 35 años
La caída de Podemos se puede atribuir a dos factores: “La imagen denostada de Iglesias [es el líder peor valorado] y las peleas internas”, comentan fuentes del CIS. De hecho, incluso entre los votantes de 24 y 35 años, en 2016 apostaban por Podemos dos de cada diez encuestados. Ahora son casi la mitad.
¿Qué posibilidad hay de remontar las encuestas? En opinión de Tezanos es “posible” que la formación de Iglesias recupere parte de su electorado. Aunque difícilmente blindará el más de millones de votos cedidos por parte del PSOE en el bienio 2015 y 2016. “Volverán a casa”, aseguran fuentes socialistas.
Según Podemos los sondeos no reflejan la situación política real. Pero, más allá de los anuncios, fuentes de la formación morada coinciden en que la situación ya no es la de hace tres años. El partido ha perdido fuelle, reconocen, y señalan la necesidad de volcarse en una campaña electoral clave. “Tenemos que ponernos las pilas”, reconoció ayer la dirigente nacional Noelia Vera.
La incógnita Vox
El próximo 23 de marzo, el candidato, Pablo Iglesias, volverá de su baja de paternidad. Son muchos los dirigentes que confían en ese “revulsivo” para relanzar la imagen de la formación. Mientras, la dirección intenta cerrar la hemorragia de dirigentes hacia Íñigo Errejón y apagar las polémicas sobre las primarias y las acusaciones de pucherazos. El sábado, el partido morado mantendrá una reunión en Madrid con todos sus candidatos para cerrar filas. Servirá para “unificar estrategias” y "será un día importante para nosotros", ha explicado Vera.
Con respecto al “voto oculto”, Tezanos ha señalado que uno de cada tres electores no declara lo que votará, así que es difícil cuantificarlo. Aunque el sociólogo cree que en buena parte sí será de jóvenes, menos ideologizados que los mayores y más atentos a asuntos identitarios, como el feminismo o el ecologismo.
El voto oculto incidirá menos en las generales que en las elecciones en Andalucía, ha estimado Tezanos, quien ha recordado el trabajo de Vox para captar el voto de los más jóvenes, y se ha lanzado a definir el tipo de voto oculto que podría dirigirse a Vox: “Es el voto más ultra, tardofranquista, machista y autoritario”.
Sobre las acusaciones de que las encuestas infravaloran a Podemos, Tezanos se ha mostrado tajante. “Esto no es verdad”, ha mantenido el presidente del CIS para recordar todos los estudios demoscópicos que en 2015 y 2016 hablaban de sorpasso al PSOE. “Hace falta que los líderes no insulten y no increpen”, ha sostenido, “y que traten a los ciudadanos como inteligentes”.