Íñigo Errejón y sus dirigentes han lanzado una ofensiva para convencer a Manuela Carmena a que lidere la lista electoral de Más Madrid en la Comunidad de Madrid. A medida que se acerca una repetición de los comicios el próximo 10 de noviembre, miembros del partido de Errejón aseguran que es “el mejor momento” para entrar en la contienda. El líder y exnúmero dos de Podemos prefiere que sea una figura de prestigio, por ejemplo Manuela Carmena, quien lidere su lista. Pero sus afines se abren a una candidatura con ella o sin ella.
En las últimas semanas, el propio Errejón ha estado estudiando los ejes de una futura campaña electoral. Quiere enfocarla en la Comunidad de Madrid, para no perder el nexo con la dimensión regional y que no se interprete su movimiento como oportunista. Como otros miembros de su partido cree que es esencial huir de la dicotomía Podemos-PSOE, pero no tiene claro si es conveniente competir sin tener amarrado el sí de Carmena.
Personas de su máxima confianza, como Tania Sánchez, han trabajado a contrarreloj para extender la marca en Cataluña y Andalucía, además de en Valencia y entre los federalistas y ecologistas en toda España. Sin embargo, la escasez de tiempo y algunos asuntos personales no han jugado a su favor. De tal manera que el debate interno ahora se concentra en la capital.
Del golpe a Podemos al Congreso
Los números demuestran que hay margen para un ataque a gran escala contra Podemos. Según las fuentes consultadas, al menos uno de cada dos votos de Podemos podría ser recogido por Más Madrid. Se trataría de tres y cuatro escaños -en las mejores hipótesis- que proyectarían a Errejón en el Congreso menos de un año después de su golpe a su expartido.
La iniciativa no deja de ser curiosa. Cuando Iglesias y Errejón lanzaron su OPA a Izquierda Unida en 2014, la gran novedad consistía en que era la primera vez que otro partido de izquierdas quería competir por el espacio electoral de los herederos del PCE. Ahora, Más Madrid plantea hacer lo mismo, pero contra Podemos.
El recuerdo de 2015
Errejón públicamente evita negar con contundencia si quiere participar en las generales. Gana tiempo porque no quiere ser él quien lidere la lista. El coste, en el caso de fracasar, sería demasiado alto. Su mejor opción consiste hoy en día en fichar a personas de confianza y prestigio vinculadas al proyecto.
La ex alcaldesa, sin embargo, tiene 76 años y en más de una ocasión ha mencionado su edad como un obstáculo para su candidatura. El problema es que no puede esperar demasiado. Como en 2015 cuando se decantó en el último minuto, Errejón confía en que ahora haga lo mismo.
Es más. Comienza a circular en algunos círculos de la izquierda madrileña la idea de que Carmena esté hablando con los socialistas. Fuentes del PSOE niegan rotundamente ese extremo, aunque todos reconocen que entre Carmena y Pedro Sánchez existen buenas relaciones. El socialista, por ejemplo, acordó con ella no poner a un candidato fuerte en el Ayuntamiento para que no le hiciera sombra, como desveló este diario.
Carmena como Sanders
Ayer, el concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento, Paco Pérez, escribió una tribuna en eldiario.es en la que abaló la gestión de la exalcaldesa, y acuñó el término “carmenismo”. Pérez pidió abrir el debate interno sobre una candidatura nacional de Más Madrid con una lista para la capital, y dijo que Carmena puede representar una figura parecida a la de Bernie Sanders o Elizabeth Warren. Aun así, sostuvo que el proyecto va más allá de la exregidora. Otro edil, José Manuel Calvo, también tránsfuga errejonista, ha calificado la tribuna de “debate necesario en el momento actual”.
Para los morados, el partido de Errejón en Madrid puede convertirse en un problema. En el pasado abril, durante las elecciones generales, Podemos alcanzó poco más de 600.000 votos en la Comunidad. Mientras que Carmena obtuvo 500.000 en las municipales. En las autonómicas, Errejón logró 471.000 papeletas, frente a las 179.000 de la lista de Isa Serra (Podemos e IU).
"Bienvenido sea, si contribuye a la democracia"
Noelia Vera, portavoz de los morados, repitió el pasado lunes lo que Pablo Iglesias va diciendo cada vez que se le pregunta por su exnúmero dos. Pero añadió una indirecta: “La democracia es la democracia, y bienvenido sea cualquiera que tenga un proyecto político que contribuya a ella. Si es una contribución a la democracia, pues bienvenida sea”.
La capital es el feudo del pablismo. Tanto Iglesias como su cúpula han logrado su escaño en la circunscripción electoral de Madrid. Además de Iglesias e Irene Montero, han sido elegido en la capital Enrique Santiago, Gloria Elizo, Rafa Mayoral y Mercedes Pérez Merino. Eso significa que, de llegar a una confrontación directa con Errejón, Podemos podría perder unos tres escaños del Congreso.
El golpe tendría así otro elemento de vendetta personal contra su expartido, además de sumar visibilidad y fondos a un proyecto que el propio Errejón considera que acaba de nacer. “No hay que tener prisa”, ordena casi a diario a los suyos.