Política

Junts tumba la Ley de Extranjería y aboca al Gobierno a un 'plan B' tras no aceptar las condiciones del PP

Un último intercambio de mensajes vía WhatsApp entre Torres y Tellado ha sido inútil para desencallar un acuerdo. El PP ha reducido de 6 a 4 sus exigencias finales

Justo un año después del 23-J, el partido de Carles Puigdemont ha dejado plantado al Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez por partida doble. Ni Ley de Extranjería ni techo de gasto. Junts ha dejado claro que "no forma parte del bloque" progresista y aboca al Gobierno a buscar dos planes 'B'. En el caso de la Ley de Extranjería, el Ejecutivo ha lamido la lona tras negarse a aceptar las condiciones del PP. La votación se ha saldado con 171 votos a favor, 177 en contra y una abstención. 

El rostro de Fernando Clavijo en la grada de invitados traducía físicamente lo que ocurría en la tribuna de oradores. Contrariado, y a veces solo en la butaca, el presidente de Canarias, presente hoy en el Congreso de los Diputados, se jugaba parte de su caudal político con la modificación del artículo 35 de la Ley de Extranjería. Fue ayer mismo cuando Clavijo dijo que esperaba que "nadie" se opusiera a la toma en consideración de la norma. Son unos 5.500 los menores extranjeros no acompañados (jóvenes llegados en cayucos desde países como Mauritania y conocidos como menas) los que aguardan en las islas en centros de acogidas, a menudo, en una situación límite.

Pero sus expectativas llegarán muertas a última hora de la tarde. PP y Junts votarán 'no' cuando llegue el turno de las votaciones. Lo harán por diferentes motivos. Si la negociación entre el principal partido de la oposición con el Gobierno merece una explicación más larga, la del Ejecutivo con el independentismo catalán se solventa en unas líneas. Junts, sencillamente, no quiere más menas en Cataluña. Fuentes cercanas al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, consultadas por este periódico hace días, de hecho, tachaban su posición de "radical". Es una etiqueta puesta tan sólo en privado. "Retiren la ley y trabajen un acuerdo negociado con Cataluña", ha zanjado Míriam Nogueras, portavoz posconvergente.

Pero la negociación con el PP ha sido un tira y afloja que, según fuentes populares, no ha sido sino un ejercicio de "teatralización" por parte del Gobierno. La negociación murió en la orilla a las 9:30 de esta mañana. A esa hora mandó el portavoz popular en el Congreso, Miguel Tellado, el último mensaje de WhatsApp al ministro Torres. No halló respuesta, aseguran fuentes populares en conversación con Vozpópuli. Antes, en un breve intercambio de pareceres, también de forma escrita, Tellado había solicitado al ministro que retirara la ley.

"Yo reparto y tú te apañas"

Se trata de la misma posición marcó desde la tribuna la responsable de Igualdad y Conciliación del PP, Ana Alós. "Sin medios, la solidaridad no es suficiente", censuró Alós. "Es un yo reparto y tú te apañas. Asistimos a un parche y a un chantaje al Partido Popular", redujo el espíritu de la medida. La diputada popular, convocada por el Ministerio de Juventud e Infancia a una reunión telemática 'in extremis' ayer mismo, y a la que ni siquiera asistió la ministra del ramo, Sira Rego –la primera del banco azul en aterrizar hoy en el Congreso, casi a las 11–, ha repartido un auténtico rosario de críticas al Ejecutivo.

"Retiren esta proposición de ley, pónganse de verdad a negociar sin tienen voluntad, convoquen la Conferencia de Presidentes con diálogo real y también un pleno extraordinario monográfico para debatir sobre migración", ha instado la portavoz popular. "El drama de los menores no acompañados es solo la punta del iceberg de la emergencia migratoria que atraviesa a nuestro país", ha lamentado Alós.

El PP, para entonces, como había trasladado Tellado a Torres, ya había rebajado de seis a cuatro sus exigencias para apoyar al Gobierno: la convocatoria inmediata de una Conferencia de Presidentes para abordar el problema migratorio; la emergencia inmediata de una emergencia migratoria a nivel nacional; que el Gobierno financie la acogida de los menores hasta su mayoría de edad; y la garantía de que, una vez superada la capacidad de acogida de las CCAA, será el Gobierno el que aportará la totalidad de los medios.

"Yo no tengo discurso para decir que no ha prosperado la Ley de Extranjería. Si en las próximas horas no hay acuerdo, pediré que no se vote, que siga sobre la mesa y sigamos hablando", había dicho la única diputada de Coalición Canaria (CC), Cristina Valido, en un discurso gráfico, repleto de ejemplos dramáticos que vive la inmigración llegada al archipiélago. "No voy a explicar en Canarias que el Congreso no es capaz de trabajar en materia migratoria, reformar la ley y adaptarse a la nueva situación", ha añadió. Clavijo, mientras, asentía desde la grada con la mano en el rostro.

Sumar, Vox y la Biblia

La Biblia también ha tenido cabida esta mañana en el Congreso de los Diputados. "Señorías de Vox, ¿se sienten cristianos?", ha preguntado el diputado de Sumar, Nahuel González, a la bancada de Santiago Abascal. A continuación, como el personaje aquel personaje de Samuel L. Jackson en Pulp Fiction con el pasaje inventado por Tarantino, ha pasado al ataque con unos versículos (ciertos) del Evagenlio de San Mateo.

"Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí'. Eso es el cristianismo y ustedes son hipócritas", ha soltado en su homilía González, que ha defendido su "admiración por los valores de tradición cristiana" pese a considerarse laico.

La respuesta se la ha dado el diputado canario de Vox Alberto Rodríguez, miembro, por cierto, del Opus Dei. "No se puede quitar el pan a los propios hijos para dárselo a los otros", ha zanjado. “Nuestra solidaridad es con nuestros hijos, con los vecinos de los centros de menas y con las fuerzas de seguridad del Estado".

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