El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha admitido este sábado ante sus críticos de la federación andaluza que gobernar con el PSOE tiene "riesgos" pero, les ha dicho, hay que asumir las contradicciones: "Nuestro objetivo es cambiar la vida de la gente, no darnos golpes en el pecho".
Pablo Iglesias ha expresado esta idea en Sevilla, en su única visita en campaña electoral a Andalucía, una federación liderada por los Anticapitalistas de Teresa Rodríguez que han expresado su rechazo a la intención de Pablo Iglesias de gobernar en coalición con un partido contra el que, en su opinión, hay que combatir.
"Se ha acabado la época del bipartidismo en la que se asumía que se hacían las cosas sin consultar con nadie y se está abriendo una etapa donde los ciudadanos nos han dicho que nos pongamos de acuerdo", ha destacado Iglesias para después puntualizar que el acuerdo debe de ir de la mano de Unidas Podemos y no de Ciudadanos.
'Con Rivera no', "un grito hermoso"
El secretario general de Podemos ha recordado que los votantes del PSOE "gritaban a las puertas de Ferraz que con Rivera no". Un "grito hermoso" porque "demuestra que hay una mayoría social progresista que dice que quiere un Gobierno que sustituya la dinámica de insultos y zancadillas por la cooperación".
Además, ha recalcado que la política tiene que ver "con el peso que tiene" cada partido en el Congreso de los Diputados y Unidas Podemos "cuenta con 3,7 millones de personas". Por eso, ha insistido en que su partido tiene que formar parte del Gobierno de Sánchez en el que hay que "cambiar la vida de la gente". "Y hemos aprendido que se cambia con más facilidad desde el Gobierno", ha añadido.
Sin embargo, Iglesias ha admitido que las propuestas del programa de su formación son "una tarea difícil", pero por la que están "dispuestos a negociar" porque considera que un gobierno democrático es aquel que "apuesta por la justicia social". "Planteamos un programa pensando en los artículos de la Constitución que amparan a la gente", ha añadido.