Política

Iglesias confía en Sánchez frente al ataque de Felipe González: "Es nuestro dique de contención"

Podemos centra su "vigilancia" al expresidente en el "presente". Cree que González quiere romper la coalición y considera la comisión sobre los GAL inútil. Pero los críticos reaccionan: "Es alucinante"

  • El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias (i), junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d)

"La clave no es Felipe González, sino Pedro Sánchez". El entorno más estrecho de Pablo Iglesias lo tiene claro: su permanencia en el Ejecutivo depende únicamente del presidente del Gobierno, que desde la Moncloa les ofrece garantías de estabilidad de la coalición, incluso ante las críticas o "maniobras oscuras" de figuras históricas del PSOE como Felipe González. "Sánchez es nuestro dique de contención frente a los que nos quieren fuera del Gobierno", consideran fuentes cercanas al vicepresidente.  

Según Podemos, González está ejerciendo con otras figuras de la Transición, poderes económicos y medios de comunicación una presión para derrocar la coalición y empujar a Sánchez hacia el Gobierno monocolor socialista. La crisis económica y las exigencias de Bruselas crean, según esa tesis, el caldo de cultivo perfecto para un cambio de Gobierno, con el apoyo puntual del PP y nuevas elecciones a la vista para que vuelva el bipartidismo.

Los morados se muestran "tranquilos". La “resistencia” consiste en mantener vivo el “canal directo con el presidente”. Esta conexión salvaguarda la presencia del líder morado y le permite aguantar las embestidas externas, sean de González o de otros sectores. E incluso influir en sus decisiones.

Los socios del Gobierno arremeten contra Felipe González: piden una comisión de investigación sobre el GAL

Operación derribo

Podemos cree que González es la punta de lanza de una operación respaldada por empresarios y medios de comunicación interesados en echar a Iglesias del Gobierno. Miembros de la cúpula de Podemos aseguran que lo están analizando todo. Y que no los dejarán pasar. Pero repiten que lo más acuciante es centrarse en "el presente" de González.

Por eso, para estas fuentes votar o no la comisión sobre los GAL en el Congreso era "inútil" desde el punto de vista político. "Todo el mundo sabe qué opina Iglesias y Podemos de los GAL: que fue terrorismo de Estado". "Iglesias lo dijo en el Congreso y esta hemeroteca no se va a borrar", añaden. 

Entre los sectores pablistas centran su atención en las "propiedades" de González y en su "miedo" en acabar como el Rey emérito. Se trata de una "vigilancia activa", como adelantó este diario, que se sustenta en la convicción de Iglesias de que para frenar a González, lo mejor es convencer a Sánchez.

Polémica interna 

Aun así, el jueves el partido ardió después de que el portavoz en el Congreso, Pablo Echenique, dijera que Podemos no veía conveniente respaldar una comisión de investigación sobre los GAL, que apuntaba a una intervención de González. Para los sectores críticos con la línea de Iglesias la declaración fue “alucinante”.

En opinión de estos segmentos el partido es ya irreconocible. Recuerdan que, además de los GAL, Podemos cedió en la llamada “renta universal”, que ahora ha sido sustituida por el “ingreso mínimo vital”. Dirigentes como el exlíder madrileño Ramón Espinar han criticado públicamente la decisión de su partido.

“El Podemos de hace un par de años impulsaba comisiones de investigación aunque todo el mundo supiera lo que había pasado. Lo hacíamos porque hay que dirimir las responsabilidades políticas de los crímenes. Sobre todo si se trata de terrorismo de Estado”, ha escrito Espinar. El vasco Lander Martinez ha hablado de postura “incomprensible”, mientras que Podemos Euskadi se ha desmarcado ante el contexto de precampaña electoral autonómica. 

El jarrón chino

Miembros de Podemos Madrid afines a Iglesias, sin embargo, creen que la decisión sobre la comisión de los GAL ha sido acertada. “No hay recorrido, más allá de la condena moral”, remarcan, y hablan de “pinza” de errejonistas y anticapitalistas.

El cuartel general de Podemos cree lo mismo: “Sobre los enredos de González hay que mirar al presente”, se limitan a comentar. "González sin Sánchez es un simple jarrón chino", lanzan para parafrasear la crítica del sevillano al también expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Y recalcan que la mejora defensa es mantenerse cerca de Sánchez. 

El presidente socialista tiene un poder cada vez mayor en los equilibrios internos del Ejecutivo, y ese canal directo es lo más valioso ahora mismo para Podemos. Iglesias y Sánchez mantienen reuniones semanales el lunes durante los encuentros restringidos de ministros y jefes de gabinete y en las comidas (que suelen celebrar el jueves en Moncloa).

Más allá de estos encuentros, fuentes gubernamentales aseguran que los políticos hablan a menudo y que la coalición se consolida sobre ese entente. Aun así, la confianza en política suele tener duración limitada. El entorno de Iglesias es consciente de ello. Califican la relación entre el presidente y su 'vice' como inmejorable, y confían en que así se mantenga en los próximos meses. Unión Europea mediante.

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