Negociaciones de más alto nivel, directamente entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, para desbloquear un proyecto de coalición de gobierno. La orden es que no trascienda nada antes del 26 de mayo, fecha de las elecciones locales y europeas, pero hay “contactos” y los morados se muestran “optimistas”. La cúpula de Podemos sabe que en el PSOE laten dos almas sobre un posible pacto de gobierno. Fuentes del entorno de Iglesias sostienen que hay dos bandos: uno abierto a debatir sobre una coalición y otro reacio a avanzar por esa vía. Y el plan de Podemos pasa por hacer palanca en los ambientes aperturistas.
El principal receptor de este mensaje es el presidente en funciones. “Solo Sánchez e Iglesias saben lo que se dicen”, comentan miembros del entorno más cercano al líder de Podemos. Aunque la sensación es que el líder socialista se muestra cada día más disponible a dialogar. Le acompaña su jefe de gabinete, Iván Redondo, afirman miembros del entorno de Iglesias. Según estas fuentes, el experto estratega político cuyo despacho se ubica en La Moncloa es uno de los partidarios del pacto con Podemos en el Ejecutivo.
Iglesias no está dispuesto a asumir vetos, ni a “dar gratis a Sánchez la investidura”, mantienen en Podemos. En estas semanas, el secretario general ha puesto sobre la mesa incluso una consulta entre las bases para legitimar, si necesario, una abstención en la investidura. Ese escenario conllevaría una repetición de los comicios, con el peligro que, ya sin el fantasma de Vox, los socialistas pierdan la oportunidad de formar gobierno.
Moncloa y Ferraz
El debate no está cerrado. Los que se oponen a una entrada de Podemos en el gobierno se mueven sobre todo en Ferraz, sede nacional del PSOE. Se trata de dirigentes capitaneados por José Luis Ábalos, según aseguran fuentes socialistas y de Podemos. Los más reacios a llegar a un acuerdo tienen la mirada puesta en los pactos regionales. Saben que muchos barones prefieren pactar en sus Comunidades con Ciudadanos. Y más en general prefieren avanzar en la senda del gobierno a la portuguesa, es decir, un pacto programático pero con ejecutivo monocolor. Califican ese plan de “lo razonable”, aunque son conscientes de que la última palabra la tendrá el presidente en funciones.
Otro argumento que esgrimen los contrarios a pactar con Iglesias es que acabaría con favorecer al líder de los morados. Lo llaman el “efecto Salvini”, como adelantó Vozpópuli, en referencia al ministro del Interior italiano y líder de la Liga Norte que, tras pactar con el Movimiento 5 Estrellas, ya lidera las encuestas.
Dudas programáticas
También hay escollos programáticos que afrontar. Fuentes de Podemos apuntan a que los socialistas temen que los morados impongan medidas contundentes contra las grandes fortunas y las eléctricas. Añaden que ya se están produciendo presiones desde "altos niveles del Estado" para que finalmente Sánchez evite incluir a Podemos en el gobierno.
Aunque Iglesias se mantiene abierto a rebajar sus exigencias. “Somos conscientes de que no lo podremos cambiar todo, no tenemos la fuerza suficiente, pero podemos cambiar algunas cosas si gobernamos", dijo hace pocos días.
“No tiene otra salida”, relanzan fuentes del sector crítico de Podemos. La pérdida de casi 30 escaños en las generales ha creado mucho malestar interno y la única vía de Iglesias para seguir al mando del barco es entrar en el Ejecutivo; so pena de enfrentarse a un congreso donde defender su gestión y la de Irene Montero desde una posición en desventaja.
Pruebas generales
En los últimos días se han dado señales importantes de acercamiento. Primer llegó el pacto en la Mesa del Congreso (un “buen punto de partido”, dijo Iglesias). Luego, la disposición socialista a ceder algunos senadores para que Podemos pueda tener grupo propio en la Cámara Alta. “Pruebas generales de coalición”, razonan algunos.
La cuestión sigue pivotando alrededor de la presencia de Iglesias en el Consejo de Ministros. Aunque nadie quiere hablar de ministerios, las fuentes consultadas no desmienten la preferencia de Podemos por los de “connotación social”. Esto significa excluir los departamentos de Estado (Exteriores, Defensa, Interior), como adelantó El País. “Un gobierno de izquierdas en España sería una referencia en Europa y América Latina”, comentan desde el partido morado.