El exlider de la ANC y uno de los principales acusados en el juicio del procés, Jordi Sànchez, ha hecho uso de su última palabra en el Tribunal Supremo para acusar a los poderes del Estado de haber "socializado el dolor" en Cataluña. El exactivista, en prisión provisional, ha hecho esta denuncia visiblemente emocionado y al borde del llanto después de recordar a su familia y los 604 días que lleva en la cárcel.
“Hay quien dice que este juicio ha sido largo, más de 50 sesiones. A toda esa gente les invito a pensar cómo es de largo 604 días encerrado en una prisión. Ese dolor en Cataluña ha sido socializado”, ha dicho en el tramo de 15 minutos que le ha permitido el tribunal presidido por el juez Manuel Marchena.
En su alegato final ha hecho un defensa de los ideales de la no violencia en los que ha dicho que ha militado siempre y ha enmarcado la cuestión en el terreno político como el resto de sus compañeros. Se ha definido como víctima de una injusticia y ha citado a Sócrates para decir que “es mejor sufrir la injusticia que cometerla”.
La Fiscalía le acusa de 17 años de cárcel por un presunto delito de rebelión. Sànchez ha mostrado su convencimiento de que los fiscales, cuando se apaga la luz, saben que no han hecho lo correcto.