De los cuatro miembros del Comité Ejecutivo de Ciudadanos que se posicionaron a favor de abrir una negociación con Pedro Sánchez para facilitar su investidura, el voto más inesperado fue el de Fernando Maura, encargado del área de Exteriores dentro de la formación naranja.
De Maura se conocía su carácter rebelde allí por donde ha pasado, pero hasta el momento había sido un fiel escudero de Albert Rivera. Por ejemplo, en la votación de abril sobre el fichaje de la popular Silvia Clemente para encabezar la candidatura de Cs en Castilla y León no hubo unanimidad en la Ejecutiva naranja pero los cuatro votos en contra fueron los de Toni Roldán, Luis Garicano, Francisco Igea y Javier Nart.
En la votación del lunes tras la sorprendente dimisión de Roldán, tanto Nart como Garicano plantearon que se volviera a votar la decisión unánime de no facilitar en ningún caso la investidura de Sánchez. Y junto a los votos disidentes de Garicano, Nart e Igea apareció el de Maura, quien lejos de airear la peor crisis interna del partido naranja, prefiere aceptar la disciplina interna tras la decisión mayoritaria y no se plantea hacer la guerra dentro de Cs ni abandonar la Ejecutiva como hizo Nart.
"He participado en una votación. La votación ha arrojado un resultado y yo considero que participar en una votación significa aceptar el resultado. Y ya está, pero no voy a desvelar deliberaciones que se han hecho, mi intervención y la de otros. No lo voy a hacer", subraya a Vozpópuli.
"No voy más allá"
Maura evita hablar sobre lo ocurrido en la histórica Ejecutiva naranja del lunes, en la que por primera vez apareció una facción disidente frente a los postulados de Rivera. "Se ha producido un debate, yo he intervenido, he dado mi opinión, ha habido una votación, he votado cómo ya se sabe y acepto el resultado. No voy más allá", zanja al respecto.
Este político vasco, bisnieto de Antonio Maura, tiene un currículum político al alcance de muy pocos. Militó en el PSOE en los años de la Transición para luego afiliarse al PP vasco en plena refundación de Jaime Mayor Oreja, donde estuvo hasta 2007, momento en el que pasó a la UPyD de Rosa Díez.
En la formación magenta salió eurodiputado en 2014, pero en noviembre de 2015 renunció a su puesto en Estrasburgo para pasarse con sus alforjas a Ciudadanos, en un momento en el que el partido de Albert Rivera empezaba a crecer en las encuestas y UPyD se descomponía como un azucarillo.
El 'castigo' en las europeas
En las generales de 2015 y en la repetición de 2016 sacó el acta de diputado y durante la pasada legislatura fue el portavoz naranja en la Comisión de Asuntos Exteriores. Sin embargo, en los últimos comicios salió del radar de los elegibles: sólo fue incluido en la lista europea, pero en un puesto (el 13) en el que no tenía ninguna posibilidad de salir.
Varios compañeros del partido ven en este 'castigo' de postergar a Maura en la lista de las europeas el hecho de que este último haya alzado la voz ahora por primera vez. Queda por ver si la acción de Maura fue una pataleta aislada o si el responsable de Exteriores se alineará en futuros encontronazos con la facción rebelde.