A diferencia del PSOE –que ha enviado su "firme apoyo" a la candidata demócrata, Kamala Harris, para luchar por una sociedad "sin odio y derechos para todos"–, el PP no ha elegido bando en las elecciones presidenciales que celebrará Estados Unidos en noviembre. No hay adhesión oficial a Harris, pero tampoco a Donald Trump. Ni Partido Demócrata ni Republicano. Una posición más o menos asentada en las filas populares con respecto a las larguísimas carreras electorales norteamericanas, si bien con notas a pie de página y conocidas excepciones como la célebre sintonía, de pies en alto, entre Bush y Aznar.

No obstante, el hecho de que Génova no haya enviado delegación a ninguna de las convenciones de ambos partidos –habida cuenta de que en 2020, por la pandemia, tampoco hubo representación popular– sí llama poderosamente la atención. Ni a la Convención Nacional Republicana de Milwaukee en la que reapareció Trump tras su intento de asesinato, ni a un sitio demócrata de Chicago que, como el descrito por Norman Mailer en 1968, despidió a Joe Biden. El PP se ha puesto de perfil ante el próximo inquilino de la Casa Blanca. ¿Por qué? Fuentes españolas del Partido Popular Europeo (PPE) contestan con elocuencia: "En 2016 estuvimos en la Convención Demócrata que nominó a Hillary Clinton y no en la de Trump. Y hemos aprendido la lección. Así que este año no hemos estado en ninguna".

O lo que es lo mismo: el PP no quiere figurar junto al magnate y asociarse a su swing político como hace Vox. Pero tampoco vincularse al Partido Demócrata como hacen el resto de partidos. Por eso la decisión ha sido mantener una "equidistancia" estratégica. La situación recuerda a la tesis sostenida en su autobiografía por Bret Easton Ellis, 'Blanco' (Random House, 2020), una tercera vía que no es ni trumpista ni antitrumpista, sino anti-antitrumpista. "El PP y el PPE, los dos, tenemos muy buena relación con los republicanos no trumpistas, y con los demócratas también, por lo que nos adoptaremos a lo que venga", sigue la fuente anteriormente citada.

Alimentar el odio hacia quien piensa diferente desemboca en situaciones como la vivida hace unas horas en EEUU.

Reivindico la moderación, lamento que haya quien prefiera disparar a votar para defender su ideología, y por supuesto deseo una pronta recuperación a Donald Trump.

— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) July 14, 2024

"Estados Unidos es un país aliado, amigo, y ya hemos pasado por la experiencia de un Trump presidente que no ha sido buena ni para España ni para Europa, pero no hemos roto nunca", argumentan. "Hemos hecho un esfuerzo grande por mantener una relación especial con los Estados Unidos y lo seguiremos manteniendo porque somos un partido pronorteamericano", subrayan. "Tenemos una posición de respeto a las elecciones de otro país y no elegimos bando, sobre todo cuando hay posiciones políticas tan diferentes", siguen desde el entorno de Feijóo en conversación Vozpópuli.

En el ala noble de Génova recuerdan, además, la imposible extrapolación a la política americana del clásico eje izquierda-derecha europeo. Lo erróneo de asimilar al PP con los republicanos y al PSOE con los demócratas. Huelga explicar por qué hay demócratas que defienden la pena de muerte o republicanos a favor de la despenalización del consumo de marihuana. En Génova insisten en que "no existe tal cercanía histórica del PP con los republicanos".

"Más previsible que Trump"

Por eso, si ha habido algún mensaje positivo lanzado entre líneas por algún dirigente popular, ha sido en dirección a Kamala Harris. ¿Algún ejemplo? Lo declarado por Cuca Gamarra en una entrevista publicada en El Español días después de oficializarse su candidatura. "Normalmente, en los momentos en crisis aparece una mujer con fuerza. Ya veremos hasta dónde llega, pero en apenas unos días ha revolucionado el tablero de la política americana. Los datos de las donaciones son muy elocuentes", dijo la secretaria general del PP.

Y es que, como apuntan fuentes del área de Internacional del PP, "los demócratas y Kamala Harris son más previsibles que Trump". Además, "el compromiso con Europa se ha demostrado mucho más firme y responsable por parte de los demócratas que por parte de Trump, que no se sabe realmente cuáles son sus planes de cara al futuro", añaden. "Somos un partido atlantista y encajaremos con el presidente que tenga que ser", acotan las primeras fuentes citadas.

Lo cierto es que el PP mantiene una buena relación con los dos principales partidos de los Estados Unidos, cultivada a través de su secretaría de Relaciones Internacionales con la International Democratic Institut (NDI) y la National Republican Institute (NRI). Dos instituciones premiadas en 2017 con el premio anual de la Libertad de la Fundación FAES, el think tank ligado al partido y presidido por Aznar. "El PP siempre ha intentado ir a ambas convenciones", insisten las fuentes ligadas al área de Internacional.

Sin embargo, desde las primeras elecciones de Barack Obama, las de 2008, a las que acudió en representación del partido Jorge Moragas, entonces jefe de gabinete de Mariano Rajoy, "el PP ha ido siempre a la Convención Nacional Demócrata", si bien ese mismo año Moragas también acudió a la republicana que nominó a John McCain. Cuatro años antes, ya con Aznar fuera de la Moncloa, el expresidente apoyó abiertamente la reelección de Bush, aunque rechazara su invitación para asistir en directo a su nominación. Una decisión de la que, ya con Mariano Rajoy en el mascarón de proa del partido, se desmarcó Génova. "Rajoy también evitó apoyar a Hillary [Clinton] en 2016 después de la visita de Obama a España", contraponen las fuentes consultadas.

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