Pedro Sánchez protagonizo este viernes un ejercicio consistente en decir una cosa y su contraria: Durante hora y media de rueda de prensa balance de dos meses en la Presidencia del Gobierno -primera que ofrece- repitió varias veces que la moción de censura a Mariano Rajoy supuso un "cambio de época", no solo de gobierno, merecedor de que la legislatura llegue a 2020; pero terminó reconociendo que no va a resistirse a disolver las Cortes si sus socios le tumban el Presupuesto 2019. "Aguantar no, avanzar si".
En ningún momento ha llegado a verbalizar Sánchez que esté en su mente un adelanto electoral, como le recomiendan incluso alguno de sus más próximos, ahora que los sondeos empiezan a sonreir al PSOE. Todo lo contrario tanto en su intervención pública como en el posterior diálogo informal que mantuvo con los periodistas: tiene clara su "hoja de ruta".
Eso sí, en caso de que no le sea posible tirar para adelante porque Podemos, los independentistas catalanes de PDCat y ERC, y el PNV, se lo pongan muy difícil, "tendrán que explicárselo a sus vecinos en sus respectivos territorios" y luego él decidirá; es decir, Podemos -al que el CIS da unos resultados pésimos en su último barómetro- y el resto tendrán que argumentar muy bien ante los españoles por qué boicotean a un gabinete que había negociado con la Unión Europea 6.000 millones más de gasto para pensiones y mejoras en Educación y dependencia.
"Este gobierno", ha llegado a decir, "sí representa una mayoría social" de los españoles, "liberales" en materia de derechos y libertades, y "socialistas" en lo que respecta al mantenimiento y mejora del Estado de Bienestar.
Por eso, tanto el presidente del PP, Pablo Casado, que quiere reducir ese Estado de bienestar, insistió, como los partidos que le llevaron a él a La Moncloa hace mes y medio y ahora quieren ponerle en dificultades las cuentas públicas, tienen mucho que aclarar.
Tras el calvario que ha padecido el Gobierno en las votaciones en el Congreso, el presidente ha llegado a decir que no ha tenido "ningún disgusto" en estos meses
El líder socialista no se ha salido un milímetro del guión preestablecido por sus asesores: la "debilidad" que le preocupa es la del estado de bienestar si no se inyecta ese dinero, no la escuálida minoría de 84 diputados que tiene el PSOE frente a los 135 del PP, su gran rival.
Que sean "útiles" las votaciones en el Congreso; es más, ha llegado a responder "ninguno" cuando en la última pregunta un periodista ha querido averiguar cuál ha sido su mayor disgusto en estos dos meses, durante los cuales al Gobierno solo le ha salido por los pelos el nombramiento de Rosa María Mateo como interventora de RTVE -y después de una odisea negociadora con Podemos- y ha visto cómo le echaban para atrás el objetivo de déficit.
Sánchez mira "con distancia" y con "humildad" los resultados del barómetro del CIS del pasado mes de julio, que otorgan al PSOE una distancia de casi diez puntos sobre PP y Cs. Simplemente, le "anima" a seguir trabajando, pero no piensa gobernar "a golpe de encuesta" porque él es un "sufridor" demoscópico, ha ironizado, desde que en la oposición le daban muy mal los sondeos.
El inquilino de La Moncloa carga contra los discursos "extremistas" de Pablo Casado en relación a los presos de ETA, a Cataluña y a la inmigración
Sí ha pedido el jefe del Gobierno al presidente del PP, Pablo Casado, que sea "coherente" con lo que hizo y defendió su partido con los presos de ETA cuando, en 1998, en plena tregua de ETA durante el primer gobierno de José María Aznar, el entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, acercó a cárceles próximas al País Vasco a 103 presos etarras.
Ahora, cuando ETA ha desaparecido, el nuevo líder del PP dice que no va a apoyar al Gobierno si hay acercamiento, lo cual no le parece lógico.
A su juicio, Casado tampoco está siendo coherente respecto al problema catalán porque "el PP no es ajeno" a lo que ha ocurrido en ese territorio, ya que al Gobierno Rajoy le convocaron dos referéndum de autodeterminación ilegales; uno en noviembre de 2014, y el último, el pasado uno de octubre con el resultado por todos conocidos: los miembros del anterior Govern en la cárcel o huidos.
"Todos tenemos que aprender", recalcó, que es necesaria "paciencia, mucha paciencia"; no se va a arreglar ni en un año ni en dos. Por eso es importante el dicurso de la ministra Meritxell Batet al decir el pasado miércoles que "El PSOE tiene un proyecto para España, y dentro de España, para Cataluña".
El jefe del Ejecutivo, que destacó la figura de Felipe VI, se vio luego obligado a alabar la "ejemplaridad" del reinado de Juan Carlos I para no establecer comparaciones
El único momento en que Pedro Sánchez ha estado parco en palabras llego con la inevitable pregunta sobre las revelaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein sobre los presuntos negocios del Rey emérito.
"Tenemos una monarquía renovada y ejemplar en la figura del Rey Felipe VI", había dicho previamente. Y cuando alguien le pregunta si eso es extensible a la de su padre, Juan Carlos I, respondió: "También, también".
Durante la rueda de prensa, el presidente del Gobierno anunció que el Rey asistirá, además del Gobierno, al primer aniversario del atentado islamista en Las Ramblas de Barcelona, el próximo 17 de agosto.