Un representante por cada partido. Siete partidos, siete dirigentes (PP, Cs, Vox, Foro, PAR, UPyD y UPN) deberían haber subido al escenario de la plaza de Colón tras leerse el manifiesto en favor de la convocatoria de elecciones. No pudo ser. Albert Rivera no concedió el posado. La imagen de los tres dirigentes del centroderecha español, codo con codo, flanqueados por los otro cuatro impulsores del acto, no pudo ser. Al primer acto conjunto del centroderecha español le falló el póster, la imagen gráfica de la unidad.
La imagen más esperada, la de los tres convocantes, no fue posible. No aparecieron codo con codo, unidos, en ningún momento. "Los naranjas no querían", señaló una fuente del PP.
El líder de Ciudadanos fue el primero en acceder al estrado. Tras saludar a los tres periodistas que leyeron el texto acordado, invitó a sus candidatos por Madrid, Begoña Villacís e Ignacio Aguado, a ponerse a su lado. También lo hizo luego el representantes de UPyD y el de alguna asociación cívica. El lugar se fue llenando de gente en contra de lo inicialmente acordado. Pablo Casado, que se situó en el centro de la imagen, lo hizo acompañado de alguno de sus barones. Santiago Abascal también ascendió con un grupo de los suyos. La imagen más esperada, la de los tres convocantes, no fue posible. No aparecieron codo con codo, unidos, en ningún momento. "Los naranjas no querían", señaló una fuente del PP.
Casado y Abascal se habían saludado y conversado amigablemente en el recinto reservado a los políticos, mientras Cuesta, Castillón y Claver leían el manifiesto. El líder de Vox y el de Ciudadanos se cruzaron también en ese ámbito. Se dieron la mano y no hubo más. Tampoco sus respectivos séquitos se mezclaron durante el acto. Cada uno iba con los suyos, aunque sí hubo conversaciones entre gente del PP y de Vox o del PP con Ciudadanos. Se vio, por ejemplo, a Adolfo Suárez, presidente de la Fundación Concordia de los populares, charlar distendidamente con Manuel Valls, el candidato naranja por Barcelona.