Las costuras del independentismo catalán vuelven a tensarse por la respuesta que pretenden dar a la sentencia del Tribunal Supremo. El presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, apuesta abiertamente por la formación de un gobierno de concentración soberanista (con los 'comunes' y la la CUP) y no descarta que se puedan convocar unas nuevas elecciones. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo catalán Quim Torra ha respondido que la Cámara catalana debe tener "muy presente" al expresidente del Govern Carles Puigdemont.
De esta forma, no "se descarta" un posible intento de investir al dirigente fugado de la Justicia española, que este fin de semana se ha reunido en una cumbre secreta en Ginebra (Suiza) con la líder de ERC Marta Rovira, en la que además de representantes de las entidades independentistas ANC y Òmnium y la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, ha participado el propio Torra. Todo a las puertas de una nueva Diada que el separatismo pretende usar para sacar músculo.
Sin embargo, la visión estratégica de ambos sectores dista mucho de ser única. Mientras los afines a Puigdemont siguen apostando de mantener la confrontación directa con el Estado y con el Ejecutivo central de Pedro Sánchez. En cambio, desde el sector republicano han moderado su discurso acercándose a una vía de diálogo con los socialistas en medio de la incertidumbre sobre una posible repetición de las elecciones generales.