"Trampantojo". Así se refiere la diputada de Ciudadanos María Muñoz a la llamada lista de consenso que lideran Adrián Vázquez y Patricia Guasp, con Inés Arrimadas y Begoña Villacís en puestos testimoniales. Muñoz ha cargado duramente en su cuenta de Twitter contra la lista confeccionada por los refundadores de Ciudadanos, una candidatura que acusa de estar "auspiciada y controlada" por Inés Arrimadas.
"No puedo formar parte de este trampantojo... No puedo formar parte de un engaño así", asevera. Muñoz subraya que no estará en ninguna lista "cuyo único fin es asegurar el sillón y el sueldo" de una persona. Las balas de la diputada no han sentado nada bien entre los integrantes de la lista de consenso, ni tampoco entre el G-8, es decir, las ocho personas que han liderado la refundación del partido y equipo del que María Muñoz ha formado parte.
Es más, fuentes cercanas a este grupo afirman a Vozpópuli que la verdadera razón del enfado de la economista es que se le cerró la puerta a lidera cualquiera de los cuatro cargos de responsabilidad que se decidirán en primarias: secretario general, portavoz nacional, vicesecretario general y coordinador nacional. "Ella misma hablaba de cargos un día antes de presentar la lista. Estamos indignados porque sus palabras no se corresponden con su forma de comportarse estos días. Quería un cargo de la candidatura", apuntan. En cambio, Muñoz escribe en su carta que no tiene "ningún tipo de aspiración orgánica ni de ningún otro tipo".
Muñoz, la tercera vía de Edmundo Bal
Pese a que este movimiento pudiera entenderse como una victoria de Edmundo Bal, no es del todo así. De hecho, Muñoz no va a entrar tampoco en la candidatura del ex abogado del Estado, como confirman fuentes internas. La economista fue la persona propuesta por Bal como tercera vía ante Inés Arrimadas. El portavoz adjunto de Cs se comprometió a retirar su candidatura si Arrimadas apoyaba una lista con Muñoz a la cabeza. La presidenta de la formación naranja rechazó taxativamente el ofrecimiento.
La diputada de Cs se queda en tierra de nadie con la aspiración de que el proceso de primarias termine bien. Fuentes del G-8 confían en que todavía se logre llegar a una candidatura de unidad que consiga evitar romper el partido, aunque lo cierto es que esta opción es de lo más remota. En enero se decidirá si el futuro del partido pasa por Patricia Guasp y Adrián Vázquez (con Inés Arrimadas y Begoña Villacís como valedores), o por Edmundo Bal y Santiago Saura.