El Partido Popular ha reaccionado positivamente a la reapertura de la causa Pegasus por el espionaje al Gobierno de España y, en particular, al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez -además de varios ministros-, con este software israelí.
Fuentes 'populares' muestran esta "alegría" por la decisión de la Audiencia Nacional de retomar la investigación gracias a los nuevos datos aportados por Francia.
Desde el PP esperan que esto permita "conocer quién espió al presidente del Gobierno, qué información le robó, hasta qué punto estuvo en riesgo la seguridad nacional y también en qué medida se ha visto comprometida la libertad del jefe del Ejecutivo en política exterior".
Sin embargo, el partido sí ha resaltado que sea "paradójico que Francia tenga más interés en esclarecer lo acontecido que el propio Gobierno de España", criticando el "total desinterés" del Ejecutivo "a la hora de resolver un caso de suma gravedad".
El PP recalca la gravedad de este caso, ya que supuso la extracción de información directamente de los dispositivos móviles del presidente y de los ministros de Margarita Robles (Defensa), Fernando Grande-Marlaska (Interior) y Luis Planas (Agricultura).
Imitar la transparencia de Francia y dar explicaciones
Desde el partido liderado por Alberto Núñez Feijóo instan al Gobierno a "imitar la transparencia y la colaboración que ha tenido Francia con las autoridades judiciales", en vez de "practicar la opacidad en un tema que es relevante para los intereses de nuestro país".
"Las explicaciones que el Gobierno se ha negado a dar al PP, por más que se las hemos exigido, tendrá que darlas ahora", insisten.
Esta reacción viene después de que el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama haya acordado este martes la reapertura de la causa en la que investigaba la infección llevada a cabo con el programa informático Pegasus tras haber recibido una Orden Europea de Investigación (OEI) emitida por las autoridades judiciales de Francia.
La investigación francesa incorpora informaciones recabadas por el país vecino en 2021 por múltiples infecciones de teléfonos de periodistas, abogados, personalidades públicas y asociaciones gubernamentales y no gubernamentales, así como miembros de gobierno francés, ministros y diputados, con ese mismo software.