La decisión del rey Juan Carlos I de abandonar España en plena polémica por la aparición de fondos opacos y sociedades vinculadas a él en Suiza y Panamá ha provocado preocupación en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ante el golpe a la imagen de España en el exterior, según supo Vozpópuli de fuentes vinculadas a los servicios secretos.
Países aliados han trasladado a La Casa su sorpresa e incredulidad por cómo se ha gestionado este asunto a nivel interno, en especial al tratarse de un presunto caso de corrupción política y económica que afecta a la principal figura histórica de España en los últimos 40 años.
El CNI, dirigido en la actualidad por Paz Esteban, dio cobertura a la salida del monarca del país y las citadas fuentes subrayan que el servicio secreto está ayudando en el dispositivo de seguridad que tiene don Juan Carlos, quien sigue manteniendo el título de Rey y forma parte de la Familia Real.
En realidad, La Casa ya tuvo que gestionar episodios similares cuando el rey emérito emprendía un viaje de carácter privado al extranjero. En la documentación sobre la Fundación Lucum a la que ha tenido acceso este periódico, aparecen numerosos desplazamientos a Suiza y menciones a un "hombre de confianza" del monarca al que se le entregaron importantes sumas de dinero tras ser retiradas del banco helvético Mirabaud.
"Negativa" ausencia de Exteriores
En el terreno diplomático, el Ministerio de Asuntos Exteriores sigue formalmente al margen de las decisiones de don Juan Carlos, un hecho que también ha sido calificado como "negativo" por parte de servicios secretos aliados cuando han hablado de este asunto con el CNI.
La jefa de la diplomacia española, Arancha González Laya, tenía intención de asistir este domingo en República Dominicana a la toma de posesión del presidente electo, Luis Abinader. Tanto la República Dominicana como Portugal han sido los países mencionados desde el lunes como los posibles destinos del rey emérito tras abandonar España, pero sus respectivas capitales negaron desde el principio la presencia del anterior jefe del Estado en su territorio.
En el entorno de la ministra se reconoció a Vozpópuli que República Dominicana está ahora "en el foco diplomático" de España ante la posibilidad de que Juan Carlos I fije allí su residencia, aunque sea de manera provisional, de ahí la importancia de que González Laya fuera a Santo Domingo en estos momentos.
El sigilo en torno al destino del rey emérito ha sido tal que Exteriores ha sido ajeno completamente a su estancia en el extranjero. Cuando Abc publicó que don Juan Carlos viajó en avión a Abu Dhabi, la capital de Emiratos Árabes Unidos, el embajador español en este país árabe, Antonio Álvarez Barthe, confesó al departamento de Laya que no se le había comunicado nada por parte del Gobierno local y que, por tanto, desconocía la eventual llegada del monarca a territorio emiratí.
Al final, el avión privado de TAG Aviation que salió el lunes 3 de agosto del aeropuerto de Vigo a las 10:00 horas con el rey Juan Carlos I a bordo hizo escala en El Cairo, capital de Egipto, y al día siguiente de su aterrizaje en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) regresó a París, según datos de www.planefinder.com, una web sobre información de vuelos civiles.
Tras salir de El Cairo a las 14:00 horas, el Global 6500 de TAG aterrizó en el aeropuerto de Abu Dabi, capital de EAU, a las 17:15 de la tarde, hora española. Aún faltaban 45 minutos para el histórico comunicado de la Casa del Rey, así que Juan Carlos I pudo llegar perfectamente al Hotel Emirates Palace antes del anuncio oficial sobre su marcha de España.
La principal novedad es que el aparato con matrícula 9H-VBG despegó al día siguiente a las 09:50 de la mañana de Abu Dabi y llegó a París, su base de operaciones, en la tarde de ese martes 4 de agosto, por lo que el monarca podría seguir hospedado en el citado hotel de la capital emiratí, uno de los más caros del mundo y propiedad del gobierno local.