El PSOE ha pasado en 24 horas del shock por la debacle del domingo a ser una olla presión. El partido ha comenzado una caza de brujas en Ferraz. Según las fuentes consultadas, "todo el PSOE pide cabezas" de la dirección. Aunque hay una en especial que varios cargos se quieren cobrar: la del secretario de organización y director del comité de campaña del 28-M, Santos Cerdán. "No puede seguir ni un segundo más en organización", explica a este diario una fuente que conoce bien el socialista navarro. Y zanja: "Es un clamor que otra persona coordine el comité electoral. Una persona que no puede dar una rueda de prensa no está para encarar una campaña".
Los socialistas asumen que el destino del partido y del secretario general están unidos tras la convocatoria de elecciones generales para el 23 de julio. Por el momento, nadie dentro del PSOE piensa en gestoras para hacerse con los mandos. Una fuente que conoce bien al presidente y que tuvo importantes responsabilidades en el PSOE explica que "no hay tiempo" para se construya un liderazgo alternativo y que, en caso de que el presidente no logre revalidar La Moncloa, "el ciclo debe concluir". Sánchez, previsiblemente, morirá matando. Pero nadie debería subestimarle. Y eso mismo apuntan varios miembros de la Ejecutiva socialista consultados por este diario.
Si algo transmitió este lunes la decisión de Sánchez de adelantar las elecciones es que el presidente del Gobierno y secretario general socialista ha regresado a su versión del 'Manual de resistencia', el libro en el que explica su periplo desde su destitución en el comité federal del PSOE de 2016 hasta su llegada a Moncloa vía moción de censura y luego coalición mediante con Podemos. Lo llamativo es que tomara una decisión así sin su otrora todopoderos jefe de gabinete Iván Redondo.
El presidente eligió el camino del adelanto electoral la misma noche del domingo. La decisión se tomó con su círculo más próximo, según ha sabido este diario. Ahí estaban su director de Gabinete, Óscar López; y su mano derecha, Antonio Hernando. Pero también los ministros Félix Bolaños, uno de los señalados por dinamitar la campaña socisliasta, y Pilar Alegría, además de los máximos responsables de Comunicación tanto de La Moncloa como de Ferraz, Francesc Vallés y Ion Antolín.
El adelanto de las elecciones generales, previstas para finales de diciembre, pilla a todo el mundo con el pie cambiado. Fuentes socialistas consultadas zanjan cualquier atisbo de duda sobre si será o no candidato: "Lo será. No puede ser otro". Estas mismas fuentes advierten de que esta situación saldrá la convocatoria de un comité federal que tape la herida abierta el domingo pasado.
El PSOE no esperaba los "malos" resultados obtenidos en las elecciones municipales y autonómicas del domingo. Solo Castilla-La Mancha y Asturias seguirán siendo gobernadas por los socialistas. La caída de Extremadura y otras cinco autonomías es el termómetro que permite calibrar la magnitud del golpe que se llevó Ferraz y que ha provocado esta reacción del jefe de los socialistas. Ni en los peores pronósticos de Moncloa cabía la posibilidad de que Guillermo Fernández Vara fuera desalojado del poder. Los socialistas, ya en la última semana de antes de votar, se sumieron en el miedo.
La nacionalización de la campaña, planteada como un plebiscito sobre el mandato del presidente, ha jugado en contra de las opciones del PSOE. Por eso, Sánchez mueve ficha y da la palabra a los ciudadanos para que decidan si le quieren al frente de los mandos del país. El jefe del Ejecutivo ha justificado su movimiento en la trascendencia de la coyuntura económica y política que atraviesa el país y el resto del mundo, con la guerra de Ucrania revolucionando el tablero global. El presidente considera que el Gobierno debe tomar aún medidas importantes para garantizar el rumbo de España. Y quiere que los ciudadanos decidan con su voto quién las ejecuta. Moncloa ya se prepara para confrontar modelos.
El giro de guion del presidente permite al PSOE sacar del foco la debacle que vivió este domingo. El objetivo de Moncloa es que la campaña de las generales se desarrolle en el contexto de pactos de PP y Vox para hacerse con los municipios y autonomías donde la suma de ambos partidos da mayoría absoluta. El aparato de Ferraz intenta avivar el miedo a la llegada de la derecha y hacer que los españoles decidan entre fuerzas progresistas o de derechas. Es un todo o nada de resultado imprevisible.
Sánchez, además, ha decidido anteponer la convocatoria electoral al semestre de presidencia europea que le corresponde a España y que comienza el 1 de julio. La campaña de los comicios generales, no obstante, se desarrollará con el presidente a los mandos del Consejo de la Unión Europea. Pero si el resultado es mayoritario para el PP, será su líder, Alberto Núñez Feijóo, quien coja el testigo.
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La primera cabeza que debe rodar, inexcusablemente, es la de Pedro Sánchez Pérez-Castejón
Reliable1
Este es el titular de The Economist ahora mismo: "Spain’s prime minister gambles on a snap* general election After his drubbing** in local polls, momentum is firmly with the conservative opposition *precipitada **paliza Le ha faltado decir que no es un coup détat sino golpe de soberbia