Pedro Sánchez dará galones a Miquel Iceta en la remodelación del Gobierno. El presidente planea nombrarle portavoz del Ejecutivo, según ha sabido Vozpópuli. Iceta mantendrá la cartera de Política Territorial. Y algunas fuentes apuntan a que podría ser elevado al rango de vicepresidente, en un intento por reforzar su papel negociador con la Generalitat de Cataluña.
"Iceta será un ministro clave en el nuevo Gobierno". Así lo reconocen diversas fuentes consultadas por este diario. El líder del PSC se perfila como portavoz del Ejecutivo en sustitución de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a la que muchos en el PSOE ven "muy quemada". Sánchez estudia también revestir el peso político de Iceta nombrándole vicepresidente. Sería el responsable de la interlocución con Cataluña, aunque esa competencia, según voces del PSOE, chocaría con las atribuciones de Carmen Calvo.
El Gobierno ultima la concesión de los indultos a los líderes del procés separatista encarcelados. Todo indica que se aprobarán en el Consejo de Ministros del próximo martes. Sánchez participará este viernes en las jornadas del Círculo de Economía en Barcelona y regresará el lunes a la capital catalana para defender esta medida y su "agenda del reencuentro para Cataluña" en un acto marca de la casa en el Teatro del Liceo.
Iceta, portavoz para Cataluña
Iceta será ascendido, entre otras cosas, porque jugará un papel relevante como ministro y líder del PSC en la negociación que el Gobierno y la Generalitat abrirán tras los indultos. Y que, según el acuerdo de investidura entre el PSOE y ERC, deberá conducir a algún tipo de consulta o referéndum en la comunidad catalana. Vozpópuli ya informó de que Iceta entrará en la mesa de diálogo, que debe renovarse obligatoriamente tras la salida de Salvador Illa y Pablo Iglesias del Gobierno.
El papel de portavoz, dicen estas fuentes, le sienta como un guante, porque domina las claves de la política catalana y "puede defenderse mejor que María Jesús Montero" ante los medios. Iceta es, además, uno de los principales impulsores de la "política del apaciguamiento" con el separatismo y el concepto de "España plurinacional", que Sánchez abrazó en su regreso a la secretaría general del PSOE en el 2017.
Una de las opciones que baraja Sánchez, según explican diversas fuentes a este diario, es colocarle también como vicepresidente. Pero el perfil político de ese cargo chocaría con Carmen Calvo, que ha liderado el diálogo con Cataluña hasta ahora. Sánchez tiene la opción de que cohabiten como vicepresidentes o, simplemente, "cargarse" a Calvo.
La relación entre la vicepresidenta primera y el director de Gabinete del Presidencia, Iván Redondo, no es buena desde que Sánchez llegó a La Moncloa. Y ambos viven un choque permanente por el control del poder. "Calvo y Redondo se van poniendo muchas minas por el camino, lo que pasa es que a Calvo cada vez le quedan menos minas que colocar", admiten desde el PSOE. "La jugada de ascender a Iceta contribuiría a restarle poder. Para Redondo sería cobrarse un gran pieza".
Podemos, pendiente de negociar
Sánchez tiene previsto acometer una amplia remodelación de su Consejo de Ministros en la segunda quincena de julio. Lo hará después de conceder los indultos y de entrevistarse con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, para reactivar la mesa de diálogo. Hay muchas quinielas y mucha tensión en el seno de los ministerios, que temen quedarse fuera del Gobierno.
Sánchez y su Gabinete llevan semanas elaborando la lista de entradas y salidas de ministros. La Moncloa se ha entrevistado además con diversos perfiles para los segundos y terceros niveles del Ejecutivo, desde secretarías de Estado a direcciones generales.. A los candidatos se les ha trasladado que los cambios se materializarán en la segunda quincena de julio, tal y como adelantó este diario.
El objetivo de la remodelación no es solo el cambio de nombres en algunas carteras, sino también el reajuste de algunas competencias. Sánchez todavía tiene pendiente la negociación de esta crisis con su socio de coalición Unidas Podemos. La vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, no ha escuchado el nuevo organigrama por boca del presidente, ni tampoco sabe qué carteras del área morada se quieren eliminar.