España

Sánchez 'echa' al PP de la Constitución para allanar el apoyo separatista a los Presupuestos

Todo está en marcha. El Gobierno prepara el nuevo acuerdo de Presupuestos con sus aliados de investidura en una coreografía similar a la de los años sin pandemia. El primer

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés. -

Todo está en marcha. El Gobierno prepara el nuevo acuerdo de Presupuestos con sus aliados de investidura en una coreografía similar a la de los años sin pandemia. El primer paso es sacar al PP de la ecuación presupuestaria por completo. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, lleva varios días "sobreactuando", según explican fuentes socialistas a Vozpópuli, con Pablo Casado. La última ha sido acusar al PP de "insumisión constitucional" ante la incapacidad de los dos grandes partidos de acordar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Sánchez afronta un otoño políticamente movido. El PSOE celebra su congreso federal a mitad de octubre en Valencia. Y se espera una amplia remodelación de la cúpula del partido. Pero antes de esa cita, el Gobierno confía en presentar el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2022. Sánchez confía en enviar el texto al parlamento entre la última semana de septiembre y la primera de octubre, según afirmó en su discurso de apertura del curso político en Casa de América.

El punto de partida del PSOE está claro. Sánchez trata de recuperar la "confrontación" con Vox para arrinconar al PP en ese espacio, tal y como ha informado este diario. El nuevo portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, ha dicho en su primera entrevista que la oposición del PP "no es al Gobierno, sino a España". Y Sánchez ha dejado claro ante sus diputados que Casado no es un interlocutor válido.

La primera cesión: renunciar al Prat

La segunda parte es la más compleja, porque requiere una negociación con su socio de coalición, Unidas Podemos, y el resto de partidos nacionalistas e independentistas que apoyaron su investidura: desde ERC al PDeCat pasando por EH Bildu. La formación morada y el PSOE están inmersos en un tira y afloja político por la subida del salario mínimo interprofesional, la crisis energética y la ley de vivienda.

Al otro lado del tablero están formaciones como el PNV y el separatismo catalán. Una de las primeras decisiones que ha tomado el Gobierno y que puede interpretarse en clave presupuestaria es la retirada de la inversión programada para ampliar el aeropuerto de Barcelona.

Sánchez comprometió esta inversión como parte de su agenda del "reencuentro" con Cataluña. Pero ha tenido que retirar esta promesa tras la negativa de la Generalitat catalana a la ampliación de El Prat. "Es la primera cesión para aprobar los Prespuestos", sostienen fuentes parlamentarias.

Además del diálogo en clave económica, otra de las patas de los Presupuestos se dirimirá en clave política. La mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat tiene que reunirse a finales de septiembre. Uno de los debates que centra los días previos a este encuentro es la presencia o no de Sánchez. La Generalitat lo da por descontado, mientras el Ejecutivo ha jugado al despiste sobre la asistencia del presidente. El diario La Razón ha publicado que Sánchez sí acudirá a la cita.

Sánchez aprobó los indultos a los líderes del proceso separatista, del que ahora se cumplen cuatro años, antes del verano. El movimiento se produjo después del batacazo electoral del PSOE en la Comunidad de Madrid el 4 de mayo, que dejó muy tocado a Sánchez. Otras promesas de Sánchez al independentismo para sostener la legislatura, sin embargo, no se han concretado. De hecho, el Gobierno ha retrasado sine die la reforma de los delitos de sedición y rebelión en el Código Penal.

La vía de Ciudadanos

Otra de las vías que el Gobierno a priori no descarta pero que el PSOE sabe que está muerta es Ciudadanos. Sánchez estuvo a punto de acordar los Presupuestos del 2021 con el partido naranja, pero la presión de Pablo Iglesias inclinó la balanza hacia los aliados de investidura. La ruptura se produjo cuando el Gobierno se comprometió a tramitar los indultos, que se concedieron finalmente meses después.

El partido que lidera Inés Arrimadas considera rotos todos los puentes que construyeron con La Moncloa en las sucesivas negociaciones del estado de alarma. Los indultos son una línea roja y Ciudadanos no parte a priori como un partido con el que negociar los Presupuestos.

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