España

Las seis horas de terror de Marin, el pistolero de Tarragona que culminó a tiros su venganza

De once de la mañana a cinco de la tarde. Este martes Tarragona sucumbió a la inquietud que suponía tener a un hombre fuertemente armado deambulando por la vía pública,

De once de la mañana a cinco de la tarde. Este martes Tarragona sucumbió a la inquietud que suponía tener a un hombre fuertemente armado deambulando por la vía pública, dispuesto a todo con tal de cumplir su objetivo. El asalto a su antigua empresa se saldó con tres heridos. En su arriesgada huida disparó contra un mosso d'Esquadra después de que el cuerpo autonómico articulase un despliegue de máximo nivel para dar con él. Una jornada de tensión que escribió su último episodio en una casa abandonada de Riudoms, con la que Marin, ciudadano de origen rumano, quería culminar su venganza.

La voz de alarma salta a las 11.17 de la mañana. El ruido es inconfundible: disparos en el número 4 de la plaza General Prim, en Tarragona, dependencias de una empresa de seguridad. Los trabajadores de la compañía se ven sorprendidos por el asalto de un hombre fuertemente armado, que rápidamente siembra el terror en las estancias. Alcanza con su arma a una persona. Después a otra. Y a otra más. Tres heridos, uno de ellos en estado crítico. Al mirar la cara del pistolero los empleados se dan cuenta de que es alguien conocido. Se trata de Marin, un excompañero que ya había lanzado varias amenazas.

El Sistema de Emergencias Médicas atiende a los tres heridos en el lugar de los hechos. Uno de ellos es trasladado al hospital Joan XXIII para recibir atención sanitaria urgente. Los Mossos d'Esquadra se presentan en el lugar de los hechos, pero el autor del tiroteo se da a la fuga. Viaja a bordo de un turismo. Tienen sus referencias y la matrícula, pero no saben dónde ha podido marcharse. La situación es crítica. Marin está fuertemente armado y ya ha demostrado de lo que es capaz. Es imprescindible dar con él lo antes posible.

'Operación Jaula' en Tarragona

El Centro de Coordinación de los Mossos d'Esquadra, con los principales mandos presentes, estudia la manera de frenar al hombre armado. Y llegan a la conclusión de que lo más urgente pasa por cortar las principales carreteras y vías de acceso en la comarca de Tarragona. Lo que en términos policiales se conoce como 'Operación Jaula', un último recurso que requiere un fuerte despliegue policial y que se utiliza ante casos extremos. Y el del hombre que ha disparado a sus excompañeros en Tarragona lo es.

Es imposible frenar el flujo de información. Es más, la policía autonómica informa periódicamente a través de redes sociales y pide a los ciudadanos que en todo caso sigan sus indicaciones. El tiroteo ha tenido lugar en el corazón de Tarragona y la comarca se sume en la preocupación por el devenir de los hechos. No hay grandes certezas sobre el paradero del individuo, pero los Mossos hacen lo posible por seguir su rastro. Según los testigos del tiroteo, ha abandonado la ciudad de Tarragona camino a la carretera nacional N420. Quizá se ha marchado a Barcelona, donde la empresa de seguridad tiene otra oficina, para seguir sembrando el terror.

A las 13.49 los Mossos informan de un nuevo episodio de violencia relacionado con el extrabajador de la empresa de seguridad. Uno de los controles policiales, a la altura de Reus, se encuentra con un individuo sospechoso. Éste echa mano de su arma y abre fuego contra los agentes, alcanzando a uno y dándose de nuevo a la fuga. Un helicóptero medicalizado traslada al mosso herido a una hospital para recibir atención sanitaria.

Localizan a Marin

Marin no puede andar muy lejos. Peinan toda la zona en busca de su paradero. Puede estar en cualquier casa, en cualquier edificio. Hasta que por fin dan con él. Se ha parapetado en una vivienda abandonada de Riudoms. Tiene puesto su chaleco antibalas y tiene las armas a su alcance. Ha disparado y herido a cuatro personas, y todo indica que volverá a hacer uso de todos sus recursos si es necesario.

El Centro de Coordinación de los Mossos d'Esquadra lo tiene claro. Es el momento de recurrir al Grupo Especial de Intervención (GEI), unidad de élite especialmente instruida y formada para hacer frente a situaciones de máximo riesgo, aquellas que requieren una intervención quirúrgica: desde amenazas terroristas hasta intervenciones con criminales de máximo riesgo. No hay tiempo que perder.

Los agentes del GEI llegan al lugar de los hechos y reciben los informes de la situación de la vivienda, así como de los principales puntos de acceso. Se lanzan a por Marin y se registran disparos. Podría ser un momento de incertidumbre, pero los Mossos enseguida confirman que el pistolero ha sido "neutralizado y detenido". Sufre una herida de bala y los servicios médico lo trasladan a un centro hospitalario. Al cabo de un rato se confirma que se encuentra en estado crítico. Como también lo está el gerente de la empresa contra el que disparó. Los otros heridos, a pesar de la gravedad de las lesiones, se encuentran fuera de peligro.

Ese es el balance de seis horas en las que Marin sembró el terror en Tarragona; desde las oficinas de la empresa de seguridad hasta la casa abandonada de Riudoms, una 'Operación Jaula' y la intervención del GEI hasta capturar al pistolero de Tarragona.

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