Dos días después de la tragedia de Barbate la situación se volvió a repetir. Una pequeña embarcación auxiliar de los Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS)de la Guardia Civil tuvo que salir a la mar para enfrentarse a una potente narcolancha en la playa de Sancti Petri, según informan fuentes del Instituto Armado a Vozpópuli.
Fue el 11 de febrero, dos días después del asesinato de los dos agentes que fueron embestidos por una narcolancha en el Puerto de Barbate. Se volvió a repetir el mismo suceso y se volvieron a repetir las mismas órdenes por parte del coronel de la Comandancia de Cádiz.
Nuevamente los efectivos de la Guardia Civil ante el aviso de que había narcolanchas en la playa salieron a combatirlos con dos zodiac de escasa envergadura similar a la del GEAS de Barbate. Estas dos embarcaciones auxiliares formaban parte de la patrullera Río Miño, según aseguran fuentes del Instituto Armado a Vozpópuli.
El coronel de la Comandancia ordenó al capitán que acudieran al aviso. Los agentes expresaron sus dudas al mando. "Es una orden directa de un superior y yo voy a ir el primero", expresó el capitán.
Los agentes fueron enviados a la Playa de Sancti Petri con el objetivo de "asustar" a las gomas de los narcos que se encontraban allí. Las narcolancha estaba refugiadas en esta zona debido al temporal que les impedía proseguir con su actividad delictiva.
Falta de empatía de los mandos
"Es intolerable que un día después de haber enterrado a los compañeros se produzca la misma situación que el fatídico día", denuncian estas mismas fuentes. Los agentes tienen la sensación de que sus jefes "carecen de total empatía" y no son conscientes del peligro de las vidas de sus subordinados ya que les vuelven a enviar con los mismos medios que en Barbate.
Un cúmulo de decisiones erróneas en la cadena de mando desencadenó el asesinato de los dos guardias civiles en Barbate que fueron embestidos por una narcolancha. "Que se metan al agua y que hagan lo que puedan", fue la orden que emitió un jefe a sus subordinados con el objetivo de frenar a los narcos que estaban cobijados en el Puerto, según informan fuentes del Instituto Armado a Vozpópuli.
Los héroes de Barbate
Las víctimas de la violencia de los narcos en Barbate fueron David y Miguel Ángel. David, agente del GAR, de 43 años, nacido en Barcelona, deja mujer y dos hijos. El segundo es Miguel Ángel, agente del GEAS, de 39 años, natural de San Fernando (Cádiz), con pareja y una hija a su cargo.
De los dos agentes restantes que completan la cuadrilla, uno se encuentra herido leve. El otro, natural de Terrassa fue intervenido y se temió por su vida pero ahora se encuentra fuera de peligro, a tenor de la información oficial compartida por la Guardia Civil.
Fueron ocho los detenidos por estos hechos. Dos de ellos, los que iban a recogerlos en un vehículo en Sotogrande quedaron ayer en libertad mientras que el resto ingresaron en prisión provisional acusados de asesinato de Barbate.