Estos días estamos siendo testigos privilegiados de una de las grandes revoluciones de nuestra era. Los agricultores españoles toman las calles para protestar por unas políticas agrarias que asfixian su día a día e hipotecan el futuro de sus hijos. Ante el silencio cómplice del Gobierno, el campo patrio ha decidido dejar de poner la otra mejilla para empezar a tejer con esperanza los siguientes años de vida profesional.
La Unión Europea, cuyas decisiones y proyectos únicamente entorpecen a los países miembros en la gran mayoría de las ocasiones, decidió que los agricultores deben cumplir el famoso Pacto Verde. Con el objetivo de acrecentar la sostenibilidad, aumentando la producción respetuosa con el medioambiente, la UE obligará al campo a afrontar unos sobrecostes gigantes.
A los ya paupérrimos beneficios que obtienen los agricultores en circunstancias normales, hay que sumar la doble vara de medir que el gigante continental quiere imponerles. Las inversiones que deberán hacer en tecnología para cumplir los deseos de la Unión Europea no recibirán ningún tipo de favor.
Es más, todo irá a peor, pues mientras ellos deben seguir a rajatabla las indicaciones para vender sus productos en España y otras naciones de los Veintisiete, las importaciones de productos llegados desde el extranjero tienen unas condiciones muchísimo más laxas.
Al agitado cóctel social y económico que viven los agricultores, se añadía el intento de Bruselas de reducir al 50% los pesticidas. Finalmente, y tras mucho protestar, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que retirarán la medida por el descontento de los agricultores, quienes "merecen que se les escuche". Es decir, que si no hubieran salido a las calles les hubieran pisado el cuello sin condiciones.
Los supermercados 'premian' el producto de fuera
Después de escuchar a los agricultores relatar la enorme lista de agravios que sufren en su día a día, y sin posibilidad de poder adivinar el futuro legislativo de la Unión Europea, tocaba patear las grandes superficies de nuestro país. Había que comprobar si, efectivamente, el producto extranjero 'invade' los pasillos de los supermercados en detrimento de los nacionales.
Para ello, hemos visitado un Mercadona, un Ahorramas y un BM, todos ellos en la zona del Ensanche de Vallecas. Hay secciones clave, donde pronto descubriremos si es verdad o no el trato de favor. En la zona de frutas y verduras, el panorama es desolador.
Las judías verdes y los aguacates son de Marruecos en todos los supermercados. Sin distinción. No importa que tengamos 18.000 hectáreas de aguacate en nuestro país, 13.000 de las cuales están en Andalucía (Málaga posee 8.000), se trae de fuera a un precio exagerado de 4,99 euros el kilo en BM y 4,49 en Mercadona.
Las patatas vienen de Francia, mismo país donde no dudan en arrojar nuestros productos al suelo con tal de defender los suyos. Curioso el caso del limón. En Mercadona se vende a 1,89 euros el kilo, procedente de Sudáfrica. En Ahorramas, a 2,59 euros, pero es producto nacional. Tomate cherry de Marruecos, melones de Brasil, manzanas francesas, uvas de Perú y piñas de Costa Rica. El menú internacional es variado.
Pasamos a escudriñar el universo de la legumbre, uno de los productos más significativos de la dieta mediterránea. Para la total sorpresa del que escribe estas letras, descubro que los garbanzos, lentejas y alubias pintas tampoco proceden de España.
Mientras los garbanzos los traen desde México, las lentejas proceden de Canadá y las alubias pintas de Argentina. Solo el arroz parece escapar a esta fobia a los alimentos nacionales en los supermercados. Que no es fobia, evidentemente. Es traer lo más barato del mercado internacional para ganar más dinero. Pero da mucha pena.
Los espárragos blancos los traen de China, como pueden ver en la fotografía. Anchoas y boquerones, dos ilustres de nuestra gastronomía, proceden de Marruecos en la sección de conservas de los principales supermercados patrios.
Ver la etiqueta de estos productos, teniendo un mar tan rico y especial como el Cantábrico en nuestras costas, no puede provocar más que una infinita tristeza. Tenemos que apoyar y empatizar con los agricultores.
Un panorama que da la razón a los agricultores que estas semanas toman las autovías y calles de las principales urbes españolas. La lucha por mejorar las condiciones del campo español y por promocionar de verdad nuestros productos no ha hecho más que empezar. Presumimos de ser una potencia gastronómica, pero en el trato al productor y la oferta que recibe el cliente en los supermercados no somos ni top 20.
Antipopulista
De Marruecos nos llegan muchas anchoas. Unas se comen, otras te okupan las casas, te crean inseguridad y te roban tus impuestos cobrando "ayudas sociales". En Italia sí lo hacen bien, consumen sus productos, y bien ricos que están.
Loustau
El gobierno hará lo que pueda y le dé la gana, pero yo he visto en Italia y en Francia, que en los supermercados, además de poner el origen en la etiqueta (en letra pequeña), ponen una bandera (grande) del propio pais (Italia o Francia) en color por supuesto, de modo que el comprador que quiere producto de su pais no tiene que perder la vista y el tiempo buscando en la etiqueta.
Elfachapobre
Los granes agricultores españoles se llevan la producción a Marruecos les sale mas barata y gana el doble y luego manda a los pequeños agricultores a dar la cara por ellos.
Mosquito
Copiar al bisabuelo. O sea, asustarse y quitarse de en medio. Las FFAA, ¿con el Rey o con quien les asegure el sueldo? Bastante han permitido, incumpliendo su obligación de defendernos.
kayser
Al señor Roig, don Mercadona, y compañía se les debía caer la cara de vergüenza, y a todos nosotros por comprarlo. Qué pronto se nos ha olvidado aquellas imágenes en el encierro del Covid con nuestras gentes del campo dándolo todo para que nada nos faltara. Pero ahora compramos espárragos chinos. Qué asco de país.
musta
lo que tiene que hcer mrruecos es dar x kulo a españa ..y los españoles ni verdura ni fruta ni pescado ....que se mueran de hambre x bocazas......
JoseAntonioRuizAragonMunoz
Este artículo está muy bien, pero oculta decir lo esencial, y lo esencial es que mientras el PP y el PSOE han apoyado siempre la agenda 2030 y el pacto verde que cuelgan ambos de la mayor estafa intelectual de la historia (Digo intelectual porque nunca tuvo nada que ver con la ciencia, sino con un programa de ordenador que si metes otros parámetros dirá otra cosa muy diferente) que es la religión climática, porque es una religión con su Dios que es la divina Pachamama y su profeta que es la desquiciada Greta Thunberg. En cambio Vox desde hace más de cuatro años, se viene oponiendo a la agenda 2030 y al pacto verde y advirtiendo, también en el Congreso de los diputados, no sólo en Europa, de que arruinaba a nuestros ganaderos, agricultores y pescadores, además de al transporte y a la industria.
favilamestas
Productos importados pero envasados en España por empresas que también dan trabajo aquí.
Salmanasar
España es el principal socio comercial de Marruecos (destronó, en su momento, a Francia). Además, tenemos superávit comercial, es decir, les vendemos más de lo que les compramos a ellos. Muchos se quejan de que los tomates, las judías verdes o las anchoas proceden de nuestro vecino del sur. ¿Qué queremos, no comprarles nada? ¿Es eso razonable? Si dejamos de comprarles, también ellos buscarán otros socios comerciales y, en ese caso, saldremos perdiendo.
xaxonem
841.... Este es el principio del código de barras que nos indica que lo que compramos es español. Todo lo que no sean estos tres primeros números ya nos dice que no estamos comprando nada del país. Y no estaría de más que el periodismo de investigación nos amplíe la información sobre el total de los números de los códigos de barras.
vinchenzo
Yo vivo en un pueblo turístico al lado de Santoña con lo de comprar anchoas de fuera nanai de la china,tengo 2 limoneros,1 manzano,3 melocotoneros,1 higuera,2 fresales y pienso comprar 1 naranjo este año,mi madre planta diferentes tipos de legumbres además de patatas, pimientos (rojos y verdes),lechugas,berzas, acelgas,coliflor,repollos,cebollas,ajos,guindillas y frutos rojos....cómo veréis a mí no me van a pillar a la hora de comprar producto de 3 eros países(viví en Japón 20 años y comí frutas y verduras de muchos países diferentes,lo que importa es la calidad,no de donde),...me olvidaba: tengo un árbol de aguacate pero todavía es muy joven y tengo que esperar varios años todavía,salu2
Republica-Rojigualda
Ojo también con empresas "españolas de toda la vida" que en sus productos, pero en letra pequeña, ponen un origen distinto del español. Los pimientos del piquillo, mayoritariamente son del Perú, y no tengo nada contra los peruanos, pero los pimientos son bastante insípidos.
Cain
Lo que hay es que importar lo necesario si hay falta en España y luego Europa. Hay países muertos de hambre que se haga lo que se haga, lo seguirán siendo todos menos los de arriba, eso no es comercio justo, lo justo es primero lo nuestro y después si hay necesidad de importar, hacerlo de países con una correspondencia en cultura, idioma y balanza comercial.
Stephen Dedalus
Es absolutamente indignante comprobar que "Bruselas" está vendida a terceros países extracomunitarios con el único fin de hundir el sector primario europeo, PERO RECUERDEN TODOS EL PRÓXIMO 9 DE JUNIO QUE SÓLO VOX NO FIRMÓ EL **** PACTO VERDE.