José Félix Tezanos ha roto su silencio para sacar pecho sobre las encuestas que publica el CIS, a veces polémicas por nadar a contracorriente respecto al resto de encuestadoras privadas y por conseguir, generalmente, que estas ofrezcan un mejor resultado para el PSOE. Ha criticado "las numerosas encuestas preelectorales que se publican", a las que acusa de publicarse de "manera 'sesgada'" y de responder "a una estrategia específica del PP en los períodos de Casado y de Feijóo".

Tezanos continúa señalando que estas están relacionadas "con algunas inseguridades personales y grupales" de los últimos líderes del PP, sino para intentar "forzar un efecto 'arrastre de los ganadores'", que algunos como el director del CIS califican como "el 'efecto Vicente'".

Considera entendible que esta estrategia la intente un partido político, pero no le resulta comprensible Wque lo hagan algunas empresas privadas y determinados profesionales que ya tendrían que haber sido capaces de "ccomprender" lo poco que se puede hacer en base a encuestas de apenas 1.000 entrevistas telefónicas semialeatorias". Esto produce que no se puedan realizar "estimaciones electorales mínimamente serias".

"Cuando se procede de esta manera, no se pueden esperar resultados mínimamente rigurosos, por no hablar de toda esa legión de pseudo sociólogos y opinadores que no han realizado estudios de Sociología, ni de Ciencia Política", continúa.

Tezanos concluye su texto señalando que todas las encuestas "deben tomarse siempre con cautela y provisionalidad", además de entender que estas solo valen "para el momento exacto en el que se hacen la encuesta". Es por eso que, según el director del CIS, "un auténtico profesional tiene que saber siempre que no debe aspirar más que a una aproximación relativa" y que además, esta somete "hasta el último momento a variaciones", dado que "cada vez más votantes posponen su decisión a los últimos momentos".

Tezanos se 'estrelló' en las gallegas

El CIS fue el único organismo que apostó por un PP perdedor en Galicia. En la encuesta publicada un mes antes de los comicios, pronosticó que los populares lograrían entre 36 y 38 escaños, una situación que no se dio, ya que la candidatura de Alfonso Rueda logró 42 representantes. Por el contrario, sobrestimó las candidaturas de Ana Pontón (BNG) y José Ramón Gómez Besteiro (PSdG), a quienes otorgó 20-23 y 15-17 escaños. No previó que los nacionalistas se quedarían con 19 escaños y que los socialistas lograrían el peor resultado de su historia: 14 diputados.

Sí acertó con las dos candidaturas minoritarias, aunque fue mucho más pesimista con la derecha: a Vox le dio 0 escaños y un 1,3% de los votos (no logró representación pero sí mejoró el porcentaje hasta el 2,03%), mientras que a Sumar le atribuyó el 3,5% de los votos y entre 0 y 2 escaños. Finalmente, la candidatura de Marta Lois se quedó a cero y redujo a casi la mitad las papeletas previstas por el CIS: tan solo un 1,8% del electorado les escogió.

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