Las estadísticas que maneja el Gobierno reflejan un grave repunte del número de contagiados por coronavirus en España -110.996 en las últimas dos semanas-, si bien hay cuatro regiones que acumulan la mayoría de los infectados: Comunidad de Madrid, Cataluña, Andalucía y País Vasco. Hay otros casos, como el de Aragón, donde los datos absolutos no son tan elevados, pero que ya registra episodios de colapso por culpa de los brotes. Para poner freno a los rebrotes, el Ministerio de Defensa ha ofrecido el servicio de rastreadores a los presidentes autonómicos. Hasta el momento, y pese a liderar dos de las Comunidades con mayores cifras de casos diagnosticados, ni Quim Torra ni Íñigo Urkullu han requerido la ayuda de los especialistas militares. Durante la pandemia, el apoyo de las Fuerzas Armadas fue objeto de profundo debate político en ambas Comunidades.
El Ministerio de Defensa bautizó como Operación Baluarte al despliegue de rastreadores militares para ayudar a las Comunidades Autónomas. Su objetivo, poner cerco a los principales focos de infección y evitar la propagación del coronavirus. 2.000 efectivos que, afirma el departamento de Margarita Robles, cuentan con una “alta cualificación técnica, capacidad de despliegue y amplísima experiencia”. Con esta oferta, las Fuerzas Armadas complementan la labor de aquellos rastreadores civiles de los que ya disponga cada Comunidad Autónoma.
Ni Cataluña ni País Vasco han solicitado hasta el momento ese apoyo. Las estadísticas del Ministerio de Sanidad recogen 13.874 y 8.215 infectados, respectivamente, en ambas regiones durante las últimas dos semanas. Por su parte, la Comunidad de Madrid acumula 36.234 contagiados; Andalucía, 10.865; y la Comunidad Valenciana, 6.545. Pero en estos tres últimos casos, Defensa ya ha tramitado la solicitud para el envío de rastreadores militares.
Tensión política durante la crisis
Cabe recordar que País Vasco y Cataluña fueron las dos últimas regiones en las que las Fuerzas Armadas se desplegaron en diversas funciones en los peores compases de la crisis sanitaria. Dirigentes políticos de ambas regiones señalaron que eran capaces de gestionar la pandemia con los medios de los que disponían y que no era necesario el apoyo del Ministerio de Defensa.
En los despachos de Defensa sí que figura una solicitud desde el Gobierno Foral de Navarra, la última en pedir apoyo. Recordemos que el despliegue de las Fuerzas Armadas en espacios públicos de esta Comunidad desató las quejas de los sectores abertzales. La región presidida por María Chivite acumula 2.387 casos en las últimas dos semanas.
La petición de ayuda
Según fuentes del Ministerio que dirige Margarita Robles, las otras Comunidades con las que se han establecido reuniones de coordinación para el envío de rastreadores militares -o se hará en fechas recientes- serán Castilla y León, Murcia, Baleares, Canarias, Asturias, Galicia, Cantabria, Ceuta y Melilla. Emiliano García-Page afirma que también ha pedido entre 400 y 600 especialistas para Castilla-La Mancha.
El envío de rastreadores militares a las Comunidades Autónomas no es un trámite que se resuelva de forma automática. Los gobiernos regionales deben elevar sus peticiones, por escrito, al Ministerio de Sanidad; éste, tras valorarlas, las remite al de Defensa. Después, una avanzadilla de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica de la que dispone el departamento de Margarita Robles se traslada a cada región para estudiar la cifra de efectivos necesaria para cumplir la labor.
Tras cumplir con todos esos procedimientos, Defensa ya ha mantenido conversaciones técnicas con los representantes de diversas Comunidades Autónomas para determinar la cifra de rastreadores a desplegar. Una vez cumplidos todos estos protocolos, los militares tienen capacidad de desplegarse en un plazo máximo de 24 horas.