La guerra interna que se vive en Unión, Progreso y Democracia (UPyD) no para de crecer en intensidad y hasta alcanza tintes de thriller. La diputada Irene Lozano acusa a la dirección del partido, encabezada y simbolizada por Rosa Díez, de haber espiado su dirección de correo electrónico. Los dirigentes del partido magenta justifican que actuaron bajo "supervisión notarial" al investigar los emails de Ignacio Prendes después de que éste se marchase a Ciudadanos. Todo ello a menos de un mes del III Congreso de UPyD, donde se decidirá el futuro del partido.
El último episodio de la batalla intestina de UPyD -desencadenada por los pésimos resultados en las urnas-, parece sacado de una película de espías y no de un partido político. Resulta que Irene Lozano y otros tres miembros de la formación magenta han denunciado ante la Comisión de Garantías que han sufrido el espionaje de sus cuentas de correo electrónico. Y, como adelantaba El Mundo este lunes, Lozano y sus compañeros reclaman que se suspenda de militancia y se abra un expediente a todo el Consejo de Dirección, presidido y controlado por Rosa Díez.
Irene Lozano afirma que este espionaje se hizo con la "voluntad de desprestigiar" a la candidatura que ella lidera para presidir UPyD
La propia Lozano afirmó en Al Rojo vivo (La Sexta) que "al menos media docena de personas hemos sido espiadas en UPyD". "En un informe, la dirección de UPyD reconoce que han espiado nuestros correos. Más que acusar, lo que hacemos es defendernos de una vulneración de derechos fundamentales que es muy grave y pedimos a la Comisión de Garantías que nos proteja como afiliados que somos". Aseguró que este espionaje se ha hecho con la "voluntad de desprestigiar a esta candidatura", en referencia a la lista Renovadores UPyD que ella lidera.
La raíz de esta polémica está en una información publicada por Infolibre el pasado mayo. Dicho diario aseguraba que Lozano había hecho gestiones junto al citado Ignacio Prendes -por entonces líder de UPyD en Asturias y hoy en Ciudadanos-, para crear un nuevo partido al margen de la formación magenta y destinado a aliarse con Albert Rivera y los suyos. En concreto, el asunto se destapó cuando Prendes fue expulsado del partido y se investigaron sus correos electrónicos, intercambiados con Lozano y con los otros tres denunciantes.
La respuesta de la dirección
Tras una reunión del Consejo de Dirección de UPyD mantenida el lunes, la dirección respondió a Lozano. Su argumento es que la investigación que llevó a cabo de los correos del exdiputado asturiano Prendes, se hizo con una cuenta corporativa ya cerrada, cumpliendo con la legalidad, y lo que descubrieron fue una "trama" para boicotear la presencia electoral de la formación. Así lo explicaron los responsables de Organización, Juan Luis Fabo, e Instituciones, Ramón Marcos -ambos cercanos a Díez-, en una comparecencia recogida por Efe.
La empresa Forest Digital accedió a esa correspondencia -un total de quince 'mails', según Lozano-, con "supervisión notarial", y obtuvo una serie de datos "inequívocos y alarmantes"
Ellos evitaron mencionar a Lozano o a los otros tres firmantes de la denuncia (la concejala de Segovia Luciana Miguel; Félix Ortiz, integrante de la comisión de Garantías, y Rodrigo Tena, ex miembro de la dirección) y sólo aludieron a Prendes para justificar el rastreo de estos correos. Según arguyó Fabo, la empresa Forest Digital accedió a esa correspondencia -un total de quince 'mails', según Lozano-, con "supervisión notarial", y obtuvo una serie de datos "inequívocos y alarmantes". Datos que apuntaban, según esta versión, que Prendes y otros dirigentes estaban trabajando para otro partido -Ciudadanos-, con la finalidad de "dificultar" que UPyD presentara listas en las elecciones municipales y autonómicas del 24-M.
Hacia el III Congreso
Este cruce de acusaciones entre una y otra facción de UPyD se produce, además, en un momento crucial para el partido, cuando falta menos de un mes para el III Congreso, donde se elegirá a una nueva dirección. Competirán al menos tres candidaturas: una continuista auspiciada por Rosa Díez y liderada por Andrés Herzog, Maite Pagaza y Gorka Maneiro; otra renovadora que lidera Irene Lozano; y una "de las bases" que reúne a quinientos militantes y encabeza José Antonio Rueda.
Estas candidaturas tienen de plazo esta misma semana para presentarse de forma oficial a dicho cónclave. Una reunión fijada para el 11 de julio en la que todos los militantes decidirán el rumbo de un partido que en las últimas elecciones ha cosechado resultados que apuntan hacia un negro futuro.