Joan López Alegre (Vilasar de Mar, 1968) es uno de los principales impulsores de Valents, el nuevo partido político que aspira a unir al constitucionalismo catalán en una sola candidatura. El proyecto será presentado este sábado en el 'Born Centre de Cultura i Memòria' y su primer objetivo es irrumpir en los 947 municipios de la comunidad autónoma que hoy preside Pere Aragonés. "Queremos que los ayuntamientos dejen de ser altavoces sectarios e inútiles del independentismo", comenta López Alegre a Vozpópuli.
Quien fuese el número dos de la 'popular' Cayetana Álvarez de Toledo en las elecciones de 2019 explica a este medio que su idea es construir una formación similar a UPN en Navarra. "Inequívocamente catalana y, a la vez, inequívocamente leal al país del que forma parte", avanza. Valents está presidido por Eva Parera, concejala en Ayuntamiento de Barcelona y exmano derecha de Manuel Valls. "Hay una necesidad de crear un único instrumento político para representar a los catalanes no independentistas", sostiene López Alegre.
El también profesor en la Universitat Abat Oliba CEU cree que los independentistas se sienten fuertes, valientes e impunes en Cataluña. "Han encontrado en Moncloa al primo de Zumosol que los ampara y no van a acatar ninguna sentencia", advierte en referencia a la sentencia del TSJC que obliga a la Generalitat a garantizar un mínimo del 25% de castellano en las aulas.
¿Por qué han decidido crear Valents?
Es la respuesta al Manifiesto Constitucionalista que se hizo público en Cataluña a finales del año pasado. La división de los partidos constitucionalistas en Cataluña tiene como consecuencia que Pedro Sánchez y su Gobierno Frankenstein gobiernen en España. Esa división hace que, en tres de las cuatro provincias de Cataluña no haya representación al Congreso. Hay una necesidad de crear un único instrumento político para representar a los catalanes no independentistas.
Además, los partidos nacionales, unos con entusiasmo, como el PSOE, y otros a rastras, como el Partido Popular, pactan con los nacionalistas cuando lo necesitan. Y esa factura la acabamos pagando los catalanes que hemos votado a esos partidos constitucionalistas porque la consecuencia de esos acuerdos es más imposición lingüística, menos España y menos libertades. Somos víctimas de los partidos a los que votamos.
En tercer lugar, el problema de Cataluña ya no es un problema solo de Cataluña. El procés ha viajado a Madrid y, actualmente, la falta de representación política de los catalanes constitucionalistas implica que las llaves del BOE estén en manos de ERC y de EH Bildu.
¿Cree que los partidos constitucionalistas tienen menor capacidad para ponerse de acuerdo que los independentistas?
Yo, como catalán constitucionalista, lo que no entiendo por qué lo que es posible en Navarra y País Vasco o lo que propone Inés Arrimadas en Andalucía... No es posible ni vale para Cataluña. Hay que hacer algo que dé visibilidad a los catalanes constitucionalistas que somos una mayoría social, pero, en cambio, no somos una mayoría política.
¿Quiénes están detrás de Valents? ¿Qué perfiles hay en este nuevo proyecto?
Hasta ahora se ha sumado Barcelona por el Cambio, que son los tres concejales del Ayuntamiento de Barcelona con Manuel Valls y que, por cierto, impidieron que ERC tuviera la alcaldía de Barcelona. También se ha sumado el grupo Centrats per Tarragona, que tiene concejales en varios sitios y 80 militantes; hay gente que viene de organizaciones cívicas como Sociedad Civil Catalana o S'ha Acabat! y hay disidentes de Ciudadanos y del Partido Popular. Yo mismo fui el número dos de la lista de Cayetana Álvarez de Toledo en las elecciones de abril de 2019.
¿Teme otro patinazo electoral como el de entonces?
El resultado del PP en esa jornada electoral fue tremendo... Precisamente Valents toma conciencia de la debilidad del constitucionalismo en Cataluña y la necesidad de articular algo que, por decirlo de alguna forma simple, se parezca a Unión del Pueblo Navarro (UPN) y sea un partido inequívocamente catalán y, a la vez, inequívocamente leal al país del que forma parte. No tiene ningún sentido que el PSOE negocie con una administración como la Generalitat que tiene por objetivo declarado y público la destrucción de España, el país del que forma parte.
Sobre los resultados de Cayetana hay que situarse en la primavera de 2019. El PP tenía que competir con una candidata magnífica en aquel momento como era Inés Arrimadas. Venía de ganar unas elecciones autonómicas de forma heroica y de la que yo me alegré muchísimo como catalán no independentista. La Arrimadas de aquel momento era una candidata imbatible y el PP estaba en un bocadillo imposible. Cabe recordar que Vox había nacido ya y tuvo un resultado muy bueno: obtuvo dos diputados en el Congreso.
Por tanto, el papel que jugó Cayetana contribuyó a dar visibilidad al PP. Siendo un mal resultado, pienso que si la candidata no hubiese sido alguien con esa capacidad de mensaje, el PP podría no haber tenido representación al Congreso por Barcelona.
Dice que se alegró de los resultados de Arrimadas. ¿Le ha decepcionado como dirigente política?
En esas elecciones yo voté a Javier García Albiol, así que no me puedo sentir decepcionado por alguien al que no voté. Por otro lado, todo el mundo le critica a Albert Rivera, pero él tenía el objetivo de sustituir al PP y de hacer una 'operación Macron' en España... Y no estuvo tan lejos de conseguirlo. Quedó a menos de 300.000 votos de superar a Casado.
Sin embargo, desde el punto de vista solo catalán, lo que es evidente es que el votante de Ciudadanos en Cataluña es un votante antisistema, antisistema nacionalista. Procede en su mayoría del centroizquierda, del PSC. Pero el votante de Ciudadanos en el resto de España procede masivamente del PP y no es un votante antisistema: lo que quiere es regenerar el sistema y modernizar el centroderecha. Cuando tú intentas 'asaltar' La Moncloa legítimamente, la consecuencia es la extinción de Ciudadanos en Cataluña como ha demostrado el tiempo.
De Ciudadanos a Valents
¿Está pescando Valents en lo que queda de Ciudadanos? ¿Y en el PP?
El espacio que tenemos abarca desde Vox al PSC. A Valents se acerca mucho más la gente de Ciudadanos que del PP porque el primero tiene una implantación territorial en Cataluña infinitamente superior a la que tienen los 'populares'. Cs tiene más de 200 concejales en la región y el PP tiene 50. En ambos casos son datos dramáticos que ponen de manifiesto la debilidad del constitucionalismo. Dada la situación que atraviesa Ciudadanos, es normal que haya más personas que se acercan desde sus filas.
En las pasadas elecciones Vox desbancó a PP y Ciudadanos en el Parlament. ¿Qué balance hace de su gestión en lo que va de legislatura?
Todo el mundo critica mucho a Vox, pero yo creo que su resultado en Cataluña pone de manifiesto que es un fenómeno tan castellano como catalán o como murciano. Decir que no se hable con Vox porque son extrema derecha es poco inteligente. Tienen 11 diputados en el Parlament, más que los que tienen esos partidos tan chic como el de Ada Colau o la CUP. Es poco inteligente dedicarse a insultar porque los temas que Vox pone en la mesa son cuestiones que interesan a una parte importante de los votantes. Si uno quiere organizar una formación política constitucionalista tiene que dirigirse y apelar a los votantes de la que hoy en día es la primera fuerza de los partidos constitucionalistas en Cataluña, guste o no.
¿Usted les considera extrema derecha? ¿Qué diferencia a Valents de Vox?
Dos cuestiones fundamentales. Nosotros creemos en las CCAA. Tienen que ser leales al país del que forman parte y que pueden ser una administración de proximidad, pero tienen que estar bien gestionadas y sin despilfarro. No tiene sentido que Catluña diga que quiere ser independiente cuando es el receptor de casi la mitad de los fondos de liquidez autonómica. Para nosotros la cuestión no es la supresión de la autonomía en Cataluña, para nosotros la cuestión es una administración leal, honesta, austera y competente.
La segunda diferencia fundamental es que nosotros somos europeístas y no euroescépticos. La Unión Europea ha jugado un papel muy importante para evitar la independencia de Cataluña. Pero con los votantes de Vox compartimos muchas cosas como la preocupación por la deriva del Gobierno autonómico, la preocupación por la seguridad y por la okupación... Son temas transversales que preocupan incluso a los votantes del PSC. No me parece que todos los votantes de Vox que yo conozco en Cataluña sean todos un grupo de falangistas. Ni mucho menos.
El rol del PSC
¿Qué supone hoy en día votar al PSC en Cataluña?
Votar al PSC significa apuntalar a ERC, que tiene un presidente que es Pere Aragonés y que acaba de decir que no quiere saber nada de los aragoneses. Y que también quiere una mesa de negociación para avanzar en la consecución de la independencia. Votar al socialismo en Cataluña es, en definitiva, apuntalar al independentismo. Una de las cuestiones fundamentales por las que nace Valents es para evitar que los partidos nacionales, sea PSOE o PP, tengan que llegar a acuerdos con el nacionalismo para poder acceder a La Moncloa.
Si nosotros conseguimos implantarnos en las cuatro provincias catalanas y obtener representación al Congreso nunca más tendrán que pactar con nacionalistas, sino que podrán pactar con partidos catalanes que no tienen como intención la destrucción de España. A día de hoy, lamentablemente, somos un factor de desestabilización del conjunto de España. Queremos que los catalanes vuelvan a ser admirados, bien recibidos en todas partes y no vistos como unos pesados que están todo el día dando la brasa por culpa del independentismo.
¿Qué opina de las mesas de negociación?
Cataluña es una tierra plural, no queremos que el resto de españoles piense que Pere Aragonés o Junqueras nos representan a todos. No es verdad. Cuando hay esas mesas de negociación -que están fuera de todo marco legal- yo me siento prácticamente andorrano. Sánchez no me representa. Nos vende. Ni me representa Aragonés, del que me siento ajeno.
Por tanto, ¿no cree que el Gobierno de Pedro Sánchez haya contribuido a rebajar la tensión en Cataluña?
En absoluto. Solo hay que escuchar a los independentistas. Ellos no ocultan sus intenciones, tienen por costumbre decir lo que piensan porque dominan todos los espacios en Cataluña y se sienten impunes. El propio Junqueras ha dicho que es un momento para reorganizarse y rearmarse de cara a obtener una base social más amplia. No lo dice un tipo cualquiera. ¿Y qué está haciendo Pedro Sánchez? Darles la logística, alimentarles financieramente y, lo peor de todo, darles legitimidad política al convertirles en socios del Gobierno de España. El PSOE y Pedro Sánchez les está dando la fuerza para volver a tratar de cumplir con su sueño de alcanzar la independencia.
Usted es profesor en la Universitat Abat Oliba CEU y conoce bien el sistema universitario en Cataluña, ¿cree que las nuevas generaciones apoyan el independentismo o se está revirtiendo la situación?
Mi universidad es una isla de libertad en Barcelona. Pero más allá de eso, me gustaría recordar que Alex Salmond (exlíder del Partido Nacional Escocés) hizo una especie de trampa legal de cara al referéndum de Escocia y rebajó la edad de votación a los 16 años pensando que los jóvenes escoceses votarían por 'sí' a la separación de reino unido. Después, cuando se estudiaron los motivos de la derrota del independentismo escocés, se vio que la mayoría de los jóvenes votaron por la permanencia.
Creo que los jóvenes en Cataluña tienen muchos problemas como la precarización laboral, el acceso a la vivienda o la falta de plazas en FP. Hay una pequeña esperanza. Ellos han creado un marco mental en el que han conseguido que los jóvenes crean que viven en un lugar distinto a España. Por tanto, hay esperanza en que puedan identificar al responsable de sus problemas en el Gobierno de la Generalitat.
¿Cree que la Generalitat de Cataluña va a acatar la sentencia del TSJC que la obliga a garantizar el 25% de clases en castellano?
Lo voy a contestar con otra pregunta. ¿Por qué iban a acatar una sentencia si luego Pedro Sánchez les indulta? Son como unos niños malcriados. No van a acatar nada. Los independentistas se sienten fuertes, valientes e impunes. Han encontrado en Moncloa al primo de Zumosol que los ampara y no van a acatar nada. Al contrario, van a seguir persiguiendo a las familias que reivindican sus derechos. En un lugar como Cataluña, las familias tienen que recurrir a los tribunales de justicia para reivindicar un derecho fundamental es un lugar donde la democracia está en peligro.
¿Cómo estará dibujado el Parlament con la irrupción de Valents?
Espero que con más diputados constitucionalistas. Resulta que la muy independiente Cataluña es de las pocas CCAA que no tiene ley electoral propia, sino una trasposición de la Loreg. Aquí sí les interesa españolizar la ley para tener un plus de representación parlamentaria. Así que espero que en el futuro Parlament y en los futuros ayuntamientos haya representación de Valents con vistas a un constitucionalismo mas unitario.