Lágrimas y consternación en el municipio toledano de Mocejón. Apenas 5.000 habitantes viven en una localidad en la que todos los vecinos se conocen entre ellos. Dos días desde que la tragedia del asesinato de Mateo, un niño de 11 años que fue apuñalado por un joven de aproximadamente 20 años, y los vecinos de Mocejón siguen incrédulos ante lo sucedido el pasado domingo.
Un pueblo sobrecogido y una familia muy conocida y muy querida en la localidad. La familia regenta una panadería y por ella pasan multitud de vecinos a diario. "Era un encanto, toda la gente que habla de él, habla muy bien. Le queríamos mucho, era el único niño del barrio, todos los vecinos le queríamos, era un niño muy dulce", le recordaba un vecino ante las cámaras de la TardeAR. La misma mujer, una amiga y vecina de la familia recordaba al pequeño Mateo corriendo y montando en bicicleta por las calles del barrio en el que residían de Mocejón siempre con una sonrisa en la boca y devolviendo el saludo a todos sus vecinos.
Una familiar cercana respondía en el mismo programa que es un momento "muy triste para la familia y el pueblo", "no asimilas que ocurra algo así", y señalaba que esto forzaría a "padres y abuelos a estar en vilo cuando un niño salga a la calle".
La misma amiga de la familia que recordaba al pequeño jugar en la calle explicaba cómo había encontrado a la madre ese mismo día: "verla, la pobrecilla, como estaba era doloroso. Son muchos años conociéndolos". Esta vecina -que vive en la casa adyacente a la de la familia- explicaba que "no creo que todavía sean consciente de los que ha pasado". El pequeño Mateo era el único niño del barrio en el que vive la familia en Mocejón y esta vecina explicaba ante las cámaras como era alguien muy apreciado por todos los vecinos: "Le queríamos mucho, era el único niño del barrio, todos le queríamos, era un niño muy dulce y una familia encantadora". La mujer, amiga muy cercana de la abuela de la víctima, se lamentaba -entre lágrimas- y reclamaba justicia: "Donde este impresentable, ese asesino... le ha quitado la vida al pobrecito, con 11 años, tenia toda la vida por delante". La mujer recordaba, en el minuto de silencio, la enternecedora imagen de los amigos de Mateo abrazando a su madre: "Era desgarrador ver a las criaturitas como se agarraban a la mamá, le han arrebatado toda su vida, toda su alegría, pido porque a este asesino le cojan. No tiene perdón".
El resto de vecinos no podían todavía asimilar lo ocurrido. "Nos ha tocado a nosotros como les podía tocar a otros, lo aceptamos y ya está", decía un vecino entre lágrimas tratando de aceptar lo ocurrido; "esto es un caso que no nos lo esperábamos nadie, y nos hemos quedado helados", decía otra mujer de la localidad. No importaba que la relación con la familia fuera cercana o no, la noticia no era ajena a nadie: "Somos 5.000 habitantes, es un pueblo muy tranquilo", decía una vecina.
Incredulidad era el sentimiento -junto al dolor- más extendido: "que otra persona haga algo así de repente sin ningún... no nos lo explicamos", se lamentaba una vecina. "Esto no tiene perdón de Dios" decía otra vecino ante las cámaras de La Sexta. "No tiene explicación, no hay consuelo para nadie, ni para la familia", se afligía otra vecina, mientras que otro hombre de la localidad temía por los pequeños del pueblo: "un poquito de miedo por los niños".
"No estaba bien"
"Se veía que era un niño que no era normal", explicaba a las cámaras de la TardeAR la madre de un excompañero del presunto asesino de Mateo, quien le había asestado once puñaladas al pequeño de once años. "Mi hijo ha jugado con él (el presunto autor) como lo han hecho muchos niños del 2003 y de la misma quinta", continuaba esta vecina del pueblo, quien ha asegurado que pese a todo, sigue incrédula ante lo ocurrido.
"No estaba bien, a simple vista se podía ver, pero al igual que no está bien la madre o el padre", decía la madre del excompañero del presunto autor del asesinato que, aunque les conociera desde hace varios años, desconoce que haya podido pasar para que ocurriera algo así. "Mi hijo ha estado jugando en este casa", señalaba a la puerta del hogar de la familia de joven de 20 años detenido.
Incrédula respondía que "era lo que menos me esperaba de este niño, lo esperaba de otra persona"; al mismo tiempo que aseguraba que era una familia conocida también en el pueblo, y que "hasta donde yo tengo constancia" el joven no había dado nunca problemas en la localidad.
Alexander
¿Qué pasa en España para que nunca se tomen medidas preventivas con personas que pueden cometer agresiones mortales?. Estoy seguro de que en Madrid, donde reside el asesino, su paranoia agresiva habrá sido diagnosticada por algún psiquiatra pero no se tomó ninguna medida preventiva para evitar actos tan gravísimos como el asesinato de un niño.