Los últimos análisis sobre la presencia de furanos y dioxinas en el aire de las poblaciones cercanas al vertedero de Zaldibar, colapsado el pasado 6 de febrero, revelan una "drástica" reducción de sus niveles desde que se sofocasen los fuegos generados por la combustión de los residuos industriales en él depositados. Así se constata, según ha informado este jueves el departamento vasco de Salud, en los análisis de las muestras recogidas entre los días 17 y 21 de febrero en las poblaciones de Zaldibar, Ermua y Eibar, zona habitada por más de 45.000 personas.
Salud indica que desde que se iniciaron las labores de extinción del incendio, "los resultados mostraban ya una tendencia descendente, niveles que se reducen de forma drástica a partir de que se sofoca el fuego", desde los 1.237 fentogramos (milbillonésima parte de un gramo) por metro cúbico detectados el 15 de febrero en el barrio de San Lorenzo de Ermua, situado a los pies del monte que alberga el vertedero, hasta los 48 fentogramos/m3 del día 21 en el mismo lugar.
El Departamento de Salud continuará vigilando la calidad del aire en coordinación con la viceconsejería de Medio Ambiente, para asegurar que la situación de normalidad de la calidad del aire se consolida.
Vuelve a recordar que los índices de dioxinas y furanos solo suponen un riesgo para la salud en caso de exposiciones elevadas y prolongadas en el tiempo, y que las medidas recomendadas mientras el incendio se encontraba activo eran de carácter preventivo y en una situación de incertidumbre sobre su duración.