España

Vigo: okupas, cuatro muertos y una tragedia que se veía venir

Las denuncias vecinales sobre la supuesta inacción del Ayuntamiento de Vigo en torno a este inmueble, donde residían bastantes okupas, se sucedieron durante toda la mañana mientras la policía seguía el rastro a un hombre muy conflictivo

  • Dos agentes de policía trabajan en el edificio donde se ha producido el incendio en la calle Alfonso X el Sabio de Vigo -

El Ayuntamiento de Vigo, que ha declarado tres días de luto oficial en señal de duelo por las cuatro víctimas mortales registradas en el incendio que afectó de madrugada a un edificio de cinco plantas situado en la céntrica calle de Alfonso X El Sabio, tendrá que ofrecer muchas explicaciones para aclarar si el dramático siniestro fue, como aseguran muchos residentes en la zona, una tragedia anunciada. Todo indica que los tres niños fallecidos, de entre 14 y 11 años de edad, y su madre, de unos treinta, perdieron la vida al intentar escapar de su piso, radicado en la planta cuarta, para alcanzar la azotea, objetivo que no pudieron cumplir debido al aire irrespirable y a las llamas.

Las denuncias vecinales sobre la supuesta inacción del Ayuntamiento en torno a este inmueble, donde residían bastantes okupas, se sucedieron durante toda la mañana mientras la policía seguía el rastro a un hombre muy conflictivo que, según algunos de los residentes afectados por el incendio, podría haber sido el autor del fuego para vengarse de sus antiguos convecinos tras ser expulsado, hace unas semanas, del edificio, en el que había protagonizado sonoras trifulcas. En una ocasión, según dichas fuentes, llegó incluso a plantar fuego en una de las plantas, lo cual colmó la paciencia del resto de residentes.

La posible venganza de un antiguo vecino

La investigación policial sigue su curso para esclarecer las causas del incendio, que se declaró en torno a las cuatro de la madrugada en la planta baja y se extendió con gran rapidez por todo el inmueble, pero varios residentes tienen muy claro que fue intencionado y que el autor tenía el indudable objetivo de provocar el mayor daño posible. Señalan que el sospechoso es un hombre de mediana edad que se dedicaba al trapicheo de drogas y que durante un tiempo convivió en el edificio en compañía de otra persona. Al ser expulsado, prometió vengarse, con palabras amenazantes, de quienes le pusieron de patitas en la calle.

De momento, ni el ayuntamiento ni la policía han confirmado estas hipótesis y han pedido tranquilidad a la población para poder investigar sin presiones todo lo ocurrido en el número 6 de Alfonso X El Sabio, donde residían en torno a treinta personas, varias de ellas personas sin recursos y marginales que fueron poco a poco okupando buena parte del edificio. Además de los cuatro fallecidos, en el siniestro resultaron heridos otros ocho residentes y un bombero que trabajaba en las labores de extinción. Entre los afectados por quemaduras y problemas respiratorios figuran el padre de los tres menores muertos y la cuarta hija de la pareja, que salvaron la vida de milagro. Testigos del suceso declararon que el padre protegió a la niña bajo su ropa y, para escapar del humo y las llamas, estuvo colgado durante varios minutos de una cornisa hasta que pudieron ser rescatados por los bomberos. Seis de los nuevos heridos permanecen ingresados, en estado grave o muy grave, en los centros hospitalarios Povisa y Álvaro Cunqueiro.

Uno de los residentes manifestó a Vozpópuli que por la zona merodean cada vez más marginales y que las broncas, peleas y altercados se han vuelto habituales

Según las denuncias vecinales, tanto el inmueble siniestrado como otro anexo llevaban ya mucho tiempo creando graves conflictos de convivencia en un barrio céntrico que vio alterada su tranquilidad con la llegada de okupas y de otras personas que relacionan con el menudeo de drogas y la prostitución. Uno de los residentes manifestó a Vozpópuli que por la zona merodean cada vez más marginales y que las broncas, peleas y altercados se han vuelto habituales en las inmediaciones de ambos inmuebles, lo cual ha provocado el hartazgo de quienes se ven obligados a soportar a diario conductas delictivas e incívicas. “Por aquí pasan con mucha frecuencia agentes policiales y bomberos, pero la situación sigue empeorando”.

Una tragedia que se veía venir

Otros vecinos señalan con indignación que las condiciones de salubridad en algunos de los apartamentos okupados es deplorable al tener cortada el agua y acusan al Ayuntamiento de no haber actuado con eficacia pese a conocer a la perfección todo lo que estaba ocurriendo. Ahora, dicen, toca lamentar la pérdida de vidas en una tragedia que se veía venir.

La concejala de Seguridad de Vigo manifestó en rueda de prensa que es cierto que los bomberos tuvieron que intervenir, en los últimos tiempos, en el edificio devorado por las llamas, pero afirmó que todas esas acciones, salvo una que afectó al cuadro eléctrico del edificio, fueron consideradas como falsas alarmas. Patricia Rodríguez destacó también la rápida intervención de los bomberos. Por otra parte, la concejala de Urbanismo, María José Caride, afirmó que el inmueble no tenía problemas estructurales. En la comparecencia ante los medios estuvo presente el alcalde, el socialista Abel Caballero, que gobierna la ciudad con mayoría absoluta desde hace tres legislaturas. Las explicaciones ofrecidas por los mandatarios municipales no han convencido al vecindario, que insiste en que se debieron tomar medidas mucho más contundentes para evitar una tragedia que, en su opinión, estaba anunciada.

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