A Dios rogando y con el mazo dando. Esta parece ser la máxima del excomisario jubilado José Manuel Villarejo, en prisión preventiva desde noviembre de 2017 por liderar un clan policial mafioso. Las evidencias conseguidas en la investigación de la Policía y la Fiscalía anticorrupción muestran que el exagente espió a un directivo del Grupo San José, pese a que años antes había realizado trabajos para esta misma empresa.
Según se desprende de una grabación interceptada por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía en la vivienda del excomisario, el BBVA le encargó en diciembre de 2013 que hiciera una investigación a un directivo del Grupo San José, socia del banco en la denominada Operación Chamartín. El banco presidido por Francisco González no se fiaba de sus socios, porque uno de los directivos de la constructora había aparecido vinculado con el caso Gürtel.
Sin embargo Rafael Redondo, el socio de Villarejo, aceptó el encargo pese a que unos años antes el Grupo Cenyt, controlado por Villarejo, ya había realizado trabajos por encargo de la constructora gallega: en concreto, San José les había presuntamente encomendado que espiaran a periodistas de La Voz de Galicia, que habían informado sobre concesiones de licencias para levantar parques eólicos en esta Comunidad. Por estos hechos está imputado el responsable de riesgos laborales de la compañía, Antonio Carpintero.
"Metido en líos"
"Te traje el informe del tipo este de Chamartín", relata en la grabación Rafael Redondo al exdirectivo de BBVA Antonio Béjar, imputado en el caso Villarejo como presunto responsable de la contratación de los servicios del excomisario. Y este encargo versaba sobre el directivo de San José P. P. F., quién había aparecido vinculado al caso Gürtel, y de quien el banco no se fiaba: "Lo que me tiene preocupado de este tío, y por eso fue por lo que te pedí un pequeño análisis, es que pueda estar metido en líos, y que a nosotros nos coja de imprevisto", reconoce el exdirectivo del banco.
"Está relacionado con gente que lo está. Ha estado en esos líos seguro, pero no vemos que haya..., y la Gurtel ya no se está investigando”, responde Redondo, el socio de Villarejo sobre el directivo del Grupo San José al que habían espiado.
"Precisamente voy a comer hoy con él", dice después Béjar, que pregunta a Redondo sobre su "impresión" sobre el directivo de San José: "No, lo que ya te dije, un tipo muy vinculado, tremendamente vinculado a [Ignacio] González y a Esperanza Aguirre", indica Redondo, que remarca que la información la había obtenido de "archivos abiertos y de registros".
Las recalificaciones
"Ha dejado la Fapae", prosigue Redondo, que completa que el investigado "era el presidente de la Fapae", la Federación de Productores Audiovisuales. En ese momento de la conversación, Béjar alude a los motivos por los que no se fiaba de sus socios de San José: "Y está todo el tiempo, que [Ignacio] González para arriba, que González para abajo, y hay que ir a ver a González. Y ahora en la Operación Chamartín entramos en una dinámica de negociación con la Comunidad de Madrid, y el jefe de este, Jacinto Rey, que si la ministra es amiga mía..., da vergüenza escucharlo, y nos dicen que este [Ignacio González] hace lo que nosotros queramos", se lamenta Béjar, que reconoce que el proyecto de Chamartín solo "sale adelante si hay recalificaciones".
El que entonces era máximo responsable de la empresa Desarrollos Urbanísticos de Chamartín, SA (Duch), controlada por BBVA (72,5,%) y San José (27,5%), asegura en la grabación de Villarejo que tenía "en el congelador a este y a su jefe [Jacinto Rey], porque este es vicepresidente de la compañía San José. El está un poco ahí puesto para tener que soportar al energúmeno del Jacinto [Rey], que es un puto energúmeno, que dice en las reuniones públicamente que le paga a los jueces... Ya he tenido varios tinglados con él, en los consejos y en las reuniones", se lamenta el exdirectivo del banco.
"Tener un lío"
Según la grabación, Béjar rechazaba la forma de actuar de Jacinto Rey, al que acusó de haber dicho en un consejo que iba a hablar con la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, natural de Pontevedra, donde está la sede social del Grupo San José. Y según el relato del exdirectivo del banco, le indicó, de forma textual: "En nombre de esta compañía o del banco ni se te ocurra abrir la boca, si no quieres tener un lío".
Asimismo, Béjar explica que como no se fiaba de San José, fichó a un director general para la Operación Chamartín, y así evitar verse directamente con ellos. "¿La impresión que es? ¿que es un tipo limpio?", pregunta entonces el excargo de BBVA, ante lo que el socio de Villarejo responde: "Es un listo, pero no es mala gente. Son lobi, están todo el tiempo mediando", zanja el socio de Villarejo