La irrupción del coronavirus ha puesto en jaque a las principales infraestructuras españolas, especialmente en la Comunidad de Madrid, donde se ubica el mayor foco con más de mil contagios. Centros médicos que se han reforzado de forma extraordinaria, cierre de colegios, medidas excepcionales para Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado... Y, como alternativa final, el despliegue de las Fuerzas Armadas, tal y como contempla el plan de Seguridad Nacional.
La implicación del Ministerio de Defensa y del personal castrense ha quedado de manifiesto desde los primeros compases de esta crisis. El hospital militar Gómez Ulla, ubicado en el distrito madrileño de Carabanchel, acogió a un nutrido grupo de españoles procedentes de Wuhan que quedaron aislados como medida preventiva.
A partir de ahí, el Gobierno maneja varias alternativas en caso de que la expansión del coronavirus siga su proceso exponencial. La titular de Defensa, Margarita Robles, participa en las reuniones interministeriales que se han convocado para hacer frente a la crisis. Encuentros en los que ha puesto a disposición del Ejecutivo todos los recursos de los que disponen las Fuerzas Armadas.
Los informes de seguridad nacional
El último informe redactado por el Departamento de Seguridad Nacional advierte de los riesgos de una pandemia global: "Las tendencias en el ámbito de la seguridad están determinadas por el creciente volumen de viajes internacionales y los grandes movimientos de población, las enfermedades animales y la circulación de microorganismos".
Publicado en marzo de 2019, el documento detalla que las Fuerzas Armadas colaboran "de forma activa" con el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. El Instituto de Medicina Preventiva de la Defensa actúa como órgano de mediación entre ambas instituciones.
¿En qué se podría traducir esta colaboración? Las Fuerzas Armadas han desarrollado una doctrina de actuación propia "enfocada a potenciar las capacidades de su sistema de defensa nuclear, radiológico, bacteriológico y químico (NRBQ)" con el objetivo de "hacer frente a cuantos riesgos biológicos pudieran presentarse en su servicio específico".
El ejemplo de Italia
Además de disponer de estos recursos, el Gobierno puede recurrir a las Fuerzas Armadas en caso de estimar su colaboración frente a una crisis sanitaria o social de gran magnitud. Así lo estima también el plan de seguridad nacional en su apartado referido a pandemias, confirman fuentes militares a Vozpópuli.
Hay casos próximos. Italia es uno de los espejos en los que se miran las autoridades para ver la evolución del coronavirus. Y allí, el Ejército ya colabora estrechamente en labores de vigilancia y control de espacios públicos, especialmente en aquellas regiones que han sido aisladas por el coronavirus. Y en otros lugares, como en Albania, se han desplegado a los militares en las calles tras confirmarse la primera baja por esta enfermedad.
Las mismas fuentes recuerdan que en España son frecuentes las intervenciones de las Fuerzas Armadas en espacios públicos. Principalmente, a través de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y ante crisis naturales, como inundaciones o cualquier otro desastre natural.
Recurrir a esta medida, no obstante, es por ahora "improbable". Basta recordar otros casos en los que el Gobierno fácilmente podría haber recurrido a las Fuerzas Armadas, pero no lo estimó por diferentes razones. Un ejemplo de ello fueron los atentados de Barcelona y Cambrils, en los que no se reforzó el nivel de alerta antiterrorista hasta su máximo (categoría 5) pese a la crisis de seguridad que supuso.
El escenario que se vive en España a causa del coronavirus está lejos del colapso que se vive, por ejemplo, en Italia. Un portavoz del Ministerio de Defensa detalla a Vozpópuli que no se contempla de momento la posibilidad de recurrir a las Fuerzas Armadas -más allá de la atención sanitaria prestada- para hacer frente a los efectos de la pandemia: "Es todo muy prematuro".
Los recursos, no obstante, están a disposición del Gobierno. Y el plan de seguridad nacional sí contempla un hipotético despliegue si las autoridades lo estiman necesario.