Es un cambio valiente, un cambio difícil —no sabéis la cantidad de visitas que da la carne—  pero es un cambio acertado.

El director de este diario acaba de anunciar que ya no habrá más tetas escondidas entre falsas informaciones deportivas. No más carnaza al servicio de la visita fácil en un medio que se vende como honesto. Una decisión natural para apostar por el sentido común y periodismo comprometido antes que por las ventas de su publicidad.

Lo primero siempre lleva a lo segundo, aunque se tarde más.

La calidad por encima del clickbait y el gatillo fácil para atraer hormonas y no neuronas. Un desafío de rédito futuro que pretende cambiar falsos lectores por lecturas reposadas y de calidad.

¿Nadie se ha preguntado cuántas mujeres leen los diarios deportivos de este país? ¿Por qué generar una barrera al contenido a más de la mitad de la población? ... y no solo en deportes. El efecto disuasorio se contagia a todo el medio. En realidad es un mantra machista que arrastramos desde la contraportada del diario As de los 80. Como los deportes los ven más hombres vamos a fidelizarlos con sexo y testosterona en vez de ganarnos al otro 52%.

Pero que sea un mal endémico en el deporte no significa que no se pueda hacer nada por evitarlo.

Hay una colección de denuncias sociales a todo el material sexista de diarios y panfletos. Da igual. La mayoría de estos medios se rentabilizan más con esos clics porque no ofrecen una alternativa real de calidad para mejorarlos. Vozpópuli la tiene, y de la buena. ¿Por qué seguir?

Un estudio de la periodista Chantal Reyes analizando 5846 textos deportivos demuestra que las mujeres no ocupan ni un 10% de las informaciones a pesar de los logros obtenidos en sus disciplinas. En realidad no hace falta un estudio para demostrarlo, basta con pasearse por las cabeceras de estos diarios digitales deportivos para entender las arcadas de muchas de ellas.

No es solo el sexismo gráfico en estos medios. También son las formas. Ellas son siempre ‘chicas’ o ‘damas’, ellos nunca son los ‘caballeros. Ellas son adjetivadas por sus formas, sus curvas o incluso por su estado (embarazadas). Ellos por sus logros, su valor o su capacidad de superación. Ellas son siempre ‘la pareja de’ o la chica de tal edad’. A ellos solo se le destaca su desempeño. Ellos ‘dominan’, ellas solo participan. ¡Basta ya!

Nosotros, desde Mémesis, hemos apostado mucho por denunciar el sexismo en medios y redes sociales. Tenemos incluso una sección de 'machismos' con algunos de nuestros artículos más leídos. Y era muy incoherente tanto para la marca Vozpopuli como para Mémesis encontrar esas mismas noticias en el ranking de más vistas al lado de la ‘carnaza’ de deportes. Un dolor que muchos no han dejado de recordarnos y que siempre hemos trasladado a dirección:

No se me ocurre mejor manera para construir un futuro más que prometedor que hacer un análisis crítico del pasado y rectificar proponiendo rutas que no excluyan, que no denigren ni cosifiquen a la mujer como mercancía a cambio solo de un porrón de clics deshonestos.

Así es imposible equivocarse.

Y quien quiera ver porno sabe perfectamente dónde encontrarlo.

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