Hasta vestido de gala o realizando los actos más solemnes, sublimes o intelectualmente profundos, el ser humano no puede evitar mostrarse como lo que en el fondo es: una pobre criatura con sus anhelos, sus miserias y sus instintos más primarios. Pero hay una faceta de la actividad humana en la que las personas son capaces de trascender su propia naturaleza y elevarse por encima del resto de seres vivos con los que comparte planeta: la cultura y, dentro de ella, el arte.
El arte es la dimensión que más y mejor nos recuerda que la vida no se limita a una serie de funciones vitales elementales como respirar, comer o procrear. Ni que tampoco consiste en disfrutar del confort que proporcionan la tecnología y las sociedades avanzadas. El arte nos alerta de que esos son meros accesorios y nos lleva a reflexionar acerca de las cosas realmente importantes de la vida.
Incluso cuando esas cosas importantes resultan incómodas de mirar. Por mucho que a lo largo de los siglos al ser humano le haya gustado guerrear y que no pueda evitar embarcarse en las más inciertas aventuras, hay parajes oscuros de la existencia por los que nunca se ha atrevido a transitar: el horror, lo grotesco o la muerte son territorios inhóspitos que tienden a evitarse y a ocultarse tras un muro de impenetrabilidad a pesar de que forman una parte inevitable de la vida.
Artistas con 'licencia para horrorizar' como Luis de Morales o José Gutiérrez Solana abarcan con su mirada temas tabú como el sufrimiento o la muerte
Con una excepción: no son impenetrables para el arte, seguramente la más intrépida –e incómoda– de las manifestaciones humanas y la única que se atreve adentrarse sin tapujos en esas realidades, para recordarnos su existencia y desafiarnos a enfrentarlas.
Precisamente con el objetivo de recordarnos que la oscuridad forma parte de la condición humana tanto como la luz, Fundación Banco Santander ha vuelto a poner el foco en la Colección Banco Santander para destacar las obras de artistas que hicieron de lo feo, lo grotesco y lo horrendo una sublime expresión artística. Artistas con 'licencia para horrorizar' como Luis de Morales (“Ecce Homo”) o José Gutiérrez Solana (“El triunfo de la muerte” o “Gigantes y cabezudos”), cuya mirada directa a temas tabú como el sufrimiento o la muerte espanta y fascina a partes iguales.
La Colección Banco Santander se sumerge en este universo de lo terrible de la mano de dos figuras públicas muy conocidas: el cómico y escritor Joaquín Reyes, y la artista y mediadora cultural Costa Badía. Ambos nos hablan de su fascinación por esa otra belleza que no aparece en los spots publicitarios y que huye del omnipresente culto a la juventud y a la belleza al uso.
La Colección Banco Santander se sumerge en el universo de lo terrible de la mano de dos figuras públicas muy conocidas: el cómico y escritor Joaquín Reyes, y la artista y mediadora cultural Costa Badía
“El ser humano siempre ha sentido atracción por el horror. Ya en crónicas de la Edad Media se decía que los fieles se fijaban más en las gárgolas y los monstruos de los capiteles de las iglesias que en las representaciones sacras, por no hablar de lo que nos gustaban el circo romano o las ejecuciones públicas. Afortunadamente, nos hemos civilizado y hemos sustituido todo eso por el cine gore”, explica con su proverbial humor negro Joaquín Reyes.
Por su parte, para Costa Abadía, que no duda en definirse a sí misma como “artista y mediadora cultural tullida”, resulta mucho más interesante “lo feo, lo inquietante y lo raro” que el perfecto equilibrio de la belleza convencional. Porque, sostiene, “vivir una vida en la que existe lo terrorífico y lo inquietante nos hace seres más completos”.
Una mirada diferente hacia el arte
Con esta nueva acción de Fundación Banco Santander, la institución continúa la senda iniciada el año pasado para mostrar la Colección desde un prisma diferente gracias a colaboraciones con expertos en otras áreas que relacionan el arte con su disciplina. En esta ocasión el desafío era averiguar qué pueden decir Joaquín Reyes o Costa Badía a través de un cuadro. Fundación Banco Santander escenifica, de esta manera, estos apasionantes paralelismos en forma de vídeos cuyo objetivo es acercar la pintura a la sociedad de una manera original.
Una colección repleta de joyas secretas
La Colección Banco Santander reúne más de 3.000 obras, fundamentalmente de pintura, entre las que se encuentran trabajos de genios universales como Picasso, Zurbarán, El Greco, Sorolla o Miró. Una deslumbrante mirada a nuestro pasado que abarca más de 2.000 años de historia.
A través de esta colección, Fundación Banco Santander nos recuerda que la cultura es un agente del progreso social que une gracias a la belleza, a la libertad o a la verdad que encierra. Por eso es tan importante cuidarla, impulsarla y fomentarla entre la sociedad. La cultura es un vehículo para conectar con el pasado y con el futuro, que nos sitúa en perspectiva y nos recuerda que, aunque estamos de paso, es posible dejar un legado que aporte valor y progreso a las siguientes generaciones.