Ella lo tiene claro: “La tecnología nos complementa y nos permite llegar hasta donde no podemos hacerlo por nosotros mismos. Si somos capaces de aprovecharla al máximo y explorar a fondo todas sus capacidades, conseguiremos cosas inimaginables”.
A sus 26 años, Raquel Rodríguez González es developer junior en Santander T&O / SGT de Banco Santander, división en la que la sociedad Santander Global Tech aglutina el talento tecnológico de la entidad. Desde muy joven supo que lo suyo era la tecnología. “Siempre fui una niña muy curiosa, me gustaba trastear, romper y arreglar las cosas”, recuerda. Ese amor a desentrañar los mecanismos del mundo la llevó, con el tiempo, a matricularse en un Grado Medio de Sistemas Microinformáticos y Redes en su Figueras natal. Más tarde, completó su formación con un Grado Superior de Desarrollo de Aplicaciones web y otro en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma. Después llegaron varias certificaciones de Microsoft y unos primeros trabajos como programadora en pequeñas empresas y alguna consultora.
En septiembre de 2020 entró en Banco Santander a través del programa Be Tech! With Santander. Un proyecto con el que el banco ya ha incorporado más de 700 perfiles tecnológicos diversos procedentes de carreras STEM. “Ya llevaba unos años trabajando en el sector. Una amiga mía vio la oferta de LinkedIn, me la pasó y me dije: ¿por qué no intentarlo?”.
Lo primero que pensó cuando le comunicaron que era una de las elegidas fue: “¿por qué yo, entre miles de candidatos?” Lo siguiente: ¿y por qué no? Veía así cumplido uno de sus objetivos profesionales: llegar a una gran empresa en la que poder crecer y desarrollar su potencial. Antes de incorporarse a su puesto actual, tuvo que pasar dos meses de formación en Java en un bootcamp. Ahora, su día a día transcurre diseñando demos y estructuras de ejemplo que sirven de guía a otros compañeros de IT del banco para que puedan realizar su trabajo.
Según esta figuerense, tecnología significa futuro, actualización, curiosidad. “Es un reto constante para mejorar, tanto profesional como personalmente”, destaca. ¿Lo que más le gusta de su trabajo? “El aprendizaje continuo, investigar cosas nuevas y, sobre todo, compartir el mucho o poco conocimiento que tengo con mis compañeros para enriquecernos mutuamente”.
Con la tecnología omnipresente en todos los órdenes de la vida, el concepto de propósito adquiere especial relevancia para los profesionales de este ramo. Para Raquel Rodríguez, ese ‘sentido’ último de su trabajo se traduce en “la satisfacción que brinda saber que has creado algo, por insignificante que sea, que es útil para otras personas. Ser consciente de que estás ayudando a los demás en alguna medida es una sensación increíble”.
Las mujeres reclaman su espacio en un área de actividad que, poco a poco, va aparcando los clichés de género
Tecnología a la cola en Diversidad
El sector tecnológico es uno de los más rezagados en cuanto a diversidad de género. Únicamente el 17% de las posiciones tecnológicas actuales están ocupadas por mujeres. Según el último informe “Las empresas españolas frente a la revolución del reskilling”, elaborado por EY, la creciente demanda de perfiles tecnológicos no se está viendo reflejada, sin embargo, en un incremento de los contratos a mujeres en las profesiones relacionadas con la digitalización. Estereotipos, factores culturales y una escasez de medidas destinadas a promover las vocaciones STEM entre niñas y mujeres jóvenes están ralentizando este proceso.
Los expertos advierten, sin embargo, de que la diversidad es un elemento esencial para incrementar la productividad, ampliar los enfoques y fomentar la creatividad de los equipos. En ese contexto, contribuir a lograr la igualdad de género en el ámbito tecnológico debe ser una prioridad para el sector.
Casos como el de Raquel Rodríguez ayudan a visibilizar una realidad cada vez mas diversa en la profesión. Aunque despacio, esta especialista en IT de Banco Santander sí cree que las cosas están cambiando para las mujeres en el universo tecnológico. “Las puertas está abiertas, ahora solo hace falta que queramos cruzarlas”.
Women In Tech
Esa misma filosofía del “¿por qué no intentarlo?” que llevó a la protagonista de esta historia a enviar su candidatura al programa Be Tech! With Santander tiene mucho que ver con los valores que la entidad financiera promueve como parte de su compromiso con la igualdad de género. A través de la iniciativa Women in Tech, se busca fomentar y poner en valor la diversidad, la inclusión y la equidad en el sector de la tecnología. Su objetivo: reducir la brecha de género y derribar estereotipos en el mundo digital.
Women In Tech se plantea la lucha contra la brecha de género de una manera proactiva. Para ello, ha puesto en marcha una serie de iniciativas, como estudios de diagnóstico de diversidad en el área de Tecnología y Operaciones del Grupo Santander o un ciclo de diálogos para “hackear estereotipos” con mujeres que son referentes de liderazgo femenino dentro del Grupo.
El programa también le ha tomado el pulso a la plantilla del área de Tecnología y Operaciones del Grupo Santander en materia de diversidad. En general, sus trabajadores perciben un cambio real y positivo en la cultura de la entidad en cuanto a diversidad e inclusión, aunque también creen que hace falta mayor concienciación en este sentido. Más presencia femenina en posiciones tecnológicas, mejorar la conciliación, tanto de hombres como de mujeres, de la vida personal y profesional o la adopción de un lenguaje inclusivo compartido son algunas de las propuestas de los empleados.
Iniciativas como esta han llevado a la entidad presidida por Ana Botín a ser nombrada como el Mejor banco para la Diversidad e Inclusión 2020 por la revista Euromoney.