Roma se prepara para un acontecimiento inédito. En sus calles, acostumbradas al eco de campanas pronto resonarán las solemnes notas de las marchas de Semana Santa. La ciudad eterna, cuna del cristianismo y testigo de incontables peregrinaciones, verá sus adoquines cubiertos de pétalos y romero, una estampa que evocará la esencia de Andalucía. No será un detalle casual: el romero, que la Esperanza de Málaga esparce y bendice a su paso como símbolo de fe y protección, impregnará el aire romano, como si las estrechas calles de Sevilla y Málaga se hubieran trasladado, por un instante, al corazón de Italia.
Y es que la capital italiana se prepara para recibir una vez más a miles de peregrinos de todo el mundo para conmemorar el Jubileo, un evento de profunda trascendencia religiosa. En este contexto, dos imágenes muy queridas en Andalucía emprenden un viaje único que no sólo conectará a dos ciudades españolas con la capital italiana, sino que también servirá de testimonio de la devoción, la fe y la cultura. La Esperanza de Málaga y ‘El Cachorro’ de Sevilla son las dos tallas que harán este recorrido hacia Roma, y la logística de su traslado está lejos de ser una tarea sencilla.
La Dolorosa es el trono más pesado de la ciudad malacitana, se estima que pesa unos 5.700 kilos, por lo que son necesarias 257 personas cada Jueves Santo para portarlo. Esta imponente imagen creada entre 1943 y 1945 bajo la dirección del malagueño Adrián Risueño y con la colaboración de un equipo de artistas y artesanos, alcanza casi seis metros de altura y una profundidad similar. La estructura de la mesa del trono incorporó restos de un avión Junkers donado por la compañía Iberia a la cofradía en 1949, convirtiéndose así en la primera hermandad en utilizar duraluminio en lugar de hierro. Además, el trono cuenta con una base de madera con pan de oro, decorado con capillas con santos, mártires y apóstoles.
Por su parte, ‘El Cachorro’ de Sevilla es obra maestra de Francisco Antonio Ruiz Gijón y es una de las imágenes más veneradas y reconocidas de la Semana Santa sevillana. Su valor no solo radica en su dimensión espiritual, sino también en su importancia como pieza del barroco andaluz. Tallada en madera de cedro policromada, la imagen es muy delicada y vulnerable a cambios de temperatura, humedad y vibraciones. El Cachorro tiene un tamaño considerable y su estructura, aunque robusta, es delicada en algunos puntos debido a los detalles de su policromía. Esto implica que se necesita un vehículo adaptado para su traslado, con sistemas de sujeción que aseguren la estabilidad de la imagen durante el trayecto.
Un recorrido de 2.297 kilómetros
El reto logístico comienza mucho antes de que las imágenes de la Virgen de la Esperanza de Málaga y el Cristo de la Expiración de Sevilla lleguen a Roma para la Gran Procesión, que tendrá lugar el próximo 17 de mayo. El embalaje y transporte requieren una coordinación sin precedentes. Cada detalle debe ser planeado al milímetro: desde el empaquetado adecuado hasta la elección del medio de transporte más seguro. Esta responsabilidad va a recaer en la empresa multinacional DSV, un operador logístico especializado en obras de arte que cuenta con clientes como el Ministerio de Defensa. El traslado será por carretera y en dos expediciones que llevarán tanto el trono como el paso desmontado, y la imagen de la Dolorosa y de ‘El Cachorro’. En el caso de la Esperanza el trono hará parte del recorrido por carretera y parte en barco. Además, tal y como nos confirman desde la archicofradía un hermano ha sido designado para acompañar a la virgen durante el transporte, asegurando su cuidado durante todo el trayecto. Junto a él viajará un conservador especializado, encargado de supervisar el estado de la imagen en cada movimiento. "En Roma, cada vez que la imagen sea trasladada, el conservador revisará minuciosamente su condición, garantizando su protección y preservación en todo momento", asegura a Vozpópuli Tadeo Furest, albacea general de la Esperanza.
En ambos casos, las imágenes cuentan con cajas diseñadas específicamente para cada pieza. Estos embalajes garantizan condiciones óptimas de temperatura y están equipados con sistemas especiales para minimizar las vibraciones durante el transporte. Todo el proceso ha sido cuidadosamente revisado para asegurar la máxima protección.
La cofradía malagueña también asegura a Vozpópuli que las labores de desmontaje y montaje, que es un proceso delicado, serán supervisadas por Manuel Toledano, el último artesano que intervino en el trono. En el caso de la Dolorosa lo único que no se desmontará será la estructura metálica del interior del trono ya que, debido a su anchura de cuatro metros y medio que ocupa más de un carril, tendrá un recorrido especial por carretera. De hecho, este ha sido uno de los grandes handicaps que ha condicionado el recorrido de la procesión obligando a planificar una ruta específica que evite calles estrechas.
Dos turnos de 262 hombres de trono
En un principio se ha fijado el cortejo que formarán ‘El Cachorro’ y la Virgen de la Esperanza a las cinco de la tarde, aunque hay probabilidad de que se adelante la hora de salida. Cerca de trescientos hermanos acompañarán a la Virgen de la Esperanza, que será portada en dos turnos de 262 hombres de trono en cada uno de ellos. Furest asegura que también habrá un cortejo de velas, pero que a día de hoy no saben el número exacto de las personas que conformaran la procesión. El último día, domingo 18, está reservado a la Santa misa oficiada por el papa Francisco en la Plaza de San Pedro.
Estos actos conmemorativos se realizan por las tardes, con el fin de que los peregrinos lleven a cabo una de las actividades más importantes, atravesar la Puerta Santa por la mañana. Aquellos que se animen a viajar a Roma podrán también visitar la tumba de San Pedro y prestar culto a las imágenes en la basílica del santo. Desde la organización esperan que unos 50.000 andaluces se desplacen a Roma para presenciar este hecho histórico.
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rosanvi
17/02/2025 12:28
A este acontecimiento ¿sólo acuden dos pasos de España?. Qué ocurre con el otro paso. Por qué no se le da la misma trascendencia, necesita la misma logística. O es que no saben que acude un tercer paso.