El gobernador ejecutivo del estado nigeriano de Kaduna, Uba Sani, ha anunciado este domingo la liberación de los, aproximadamente, 287 estudiantes secuestrados a principios de mes en la escuela de Kuriga, en el centro-norte del país.
"En el nombre de Dios el Benéfico, el Más Piadoso, deseo anunciar que nuestros niños de la escuela de Kuriga han sido liberados", ha hecho saber el gobernador en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X.
En su mensaje, el gobernador dedica palabras de agradecimiento al presidente del país, Bola Tinubu, así como al asesor de Seguridad Nacional, Nuhu Ribadu, y al Ejército nigeriano por "demostrar que, con coraje, determinación y compromiso, es posible degradar al elemento criminal y restaurar la seguridad de las comunidades", sin dar más detalles sobre la operación.
El secuestro tuvo lugar el pasado 7 de marzo, cuando un grupo de los llamados "bandidos" -organizaciones criminales nigerianas especializadas en la extorsión y el secuestro- irrumpieron en el colegio e instituto de la Autoridad Educativa Local en la ciudad de Kuriga y se llevaron consigo a 127 estudiantes de primaria y otros 187 de secundaria más uno de los directores, identificado como Abubakar Isah, si bien 25 estudiantes consiguieron librarse de sus captores a las pocas horas.
La última vez que se tuvo conocimiento de los secuestradores fue el pasado 15 de marzo, cuando se pusieron en contacto con residentes de la comunidad local para exigir a cambio de los estudiantes un rescate un rescate de 1.000 millones de nairas (unos 600.000 euros) o de lo contrario matarían a los rehenes como muy tarde a principios del mes que viene.
La llamada de los secuestradores tuvo lugar solo un día después de que el presidente del Nigeria instara una vez más a las fuerzas de seguridad del Estado a que tratasen el secuestro de los estudiantes de Kaduna con la máxima urgencia posible para garantizar que "los secuestradores no reciban un solo céntimo" en concepto de rescate, según trasladó después su ministro de Información Alhaji Muhammed Idris, en declaraciones recogidas por el diario nigeriano 'Vanguard'.