Las elecciones legislativas en Francia están llamadas a cambiar el escenario político del país. Tras una victoria abultada de la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, el resto de formaciones que superaron el triaje del pasado domingo han decidido imponer un cordón sanitario para evitar que la extrema derecha gobierne en Francia por primera vez en la historia. De este modo, la presidencia de Jordan Bardella solo tiene un camino: conseguir una mayoría absoluta este domingo.
De producirse tal escenario, Bardella tendría que cohabitar sí o sí con Emmanuel Macron al frente de la República Francesa, un hecho que podría acabar con la concordia que sí existe entre el presidente con Gabriel Attal, quien ostenta la cartera de primer ministro.
Si los sondeos se cumplen, este escenario se ha vuelto improbable después de que RN haya caído en las encuestas respecto a la semana pasada. En ese caso, Macron tendría varias opciones: nombrar a Bardella como presidente por liderar la candidatura más votada o asignar el cargo a aquel que proponga la posible coalición formada por el Nuevo Frente Popular y los macronistas. De hecho, la aspiración del presidente es mantener a Attal como primer ministro con el beneplácito de las izquierdas.
Una 'entrega' que no será gratis: Attal ha dejado aclarado que la coalición que lidera no pactará con La Francia Insumisa, partido que forma parte del Nuevo Frente Popular, por lo que la negociación entre las izquierdas y el macronismo se antoja complicada.
Ante un escenario con pocas opciones de gobernabilidad, ha surgido la idea de nombrar un primer ministro sin color político. Es decir, el nombramiento de un equipo tecnócrata apoyado por la cámara para no bloquear el país desde el punto de vista administrativo. Un caso similar al de Mario Draghi en Italia entre 2021 y 2022.
marqueslinchado
¿Todos los piriodistas de Lo Vozpópuli se lo están haciendo por la patita?