Las autoridades bielorrusas han obligado en Minsk a un avión de la aerolínea irlandesa Ryanair que cubría un trayecto entre Atenas y Minsk para detener a un periodista opositor exiliado, Raman Protasevich. El Gobierno bielorruso habría informado a la tripulación de una amenaza de bomba e incluso habría enviado un avión de combate para obligar al avión comercial a aterrizar.
La tripulación del avión fue alertada por las autoridades bielorrusas de una posible amenaza para la seguridad del aparato y obligada a aterrizar cerca de Minsk, ha explicado la compañía Ryanair, que sin embargo ha confirmado que "no se ha hallado nada inapropiado" en el aparato.
"Ryanair ha notificado a las autoridades nacionales y europeas con competencias de seguridad y pedimos sinceras disculpas a todos los pasajeros afectados por este lamentable retraso por causas ajenas a Ryanair", ha indicado la compañía.
El avión, un Boeing 737-800, ha reanudado su ruta finalmente tras varias horas en tierra, según recoge la web especializada Flightradar 24. Sin embargo, Protasevich no está entre los pasajeros, según ha informado el presidente lituano, Gitanas Nauseda, según recoge la agencia de noticias Bloomberg. El avión ha aterrizado en Vilna sin mayores inconvenientes.
Poco después del aterrizaje, la Fiscalía lituana ha abierto una investigación por secuestro del avión. "Se han abierto diligencias por secuestro de aeronave y tratamiento prohibido a personas conforme el Derecho Internacional", ha explicado la portavoz de la Fiscalía General lituana, Elena Martinoniene, citada por la agencia de noticias báltica BNS.
La Oficina de la Policía Criminal lituana también está investigando lo ocurrido conforme a los artículos del Código Penal de "desaparición fozada" y "secuestro de aeronave", según ha informado la propia Policía en Facebook.
Detención de un periodista
El avión ha realizado un aterrizaje de emergencia en Minsk tras una supuesta amenaza de bomba, lo que ha permitido la detención del periodista Roman Protasevich, uno de los fundadores del canal de Telegram Nexta, que jugó un papel clave en la coordinación de las protestas que siguieron a la reelección del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, denuncia la oposición.
"Roman Protasevich ha sido detenido. Estaba en un vuelo de Ryanair de Atenas a Vilna. El avión realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Minsk", publicó en la red social Telegram el centro pro derechos humanos Viasna.
Por su parte, el canal Nexta Live acusó a los partidarios de Lukashenko del "secuestro" del avión, para arrestar a Protasevich. "Le espera la pena de muerte en Bielorrusa", según Nexta Live.
La oficina de la líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanovskaya, ha asegurado que un avión de combate MiG-29 escoltó al avión hasta el aeropuerto de Minsk. Además, asegura que cuando recibió el aviso de bomba estaba muy cerca de la frontera con Lituania y que el aeropuerto de Vilna estaba más cerca que el de Minsk.
La propia Tijanovskaya ha denunciado el aterrizaje en Minsk "forzado" por el "régimen" y ha advertido de que Protasevich podría ser condenado a muerte. Por ello, ha pedido una investigación de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y sanciones contra Bielorrusia.
También el presidente lituano, Gitanas Nauseda, ha criticado el "abominable" arresto de Protasevich y ha exigido su liberación inmediata. Además ha pedido a la UE y a la OTAN una reacción ante "la amenaza que supone para la aviación civil internacional el régimen de Bielorrusia".
Condena de la UE
Por su parte, el Alto Representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha condenado la "inadmisible" decisión del Gobierno bielorruso. "Seguimos atentamente lo que ha pasado con el vuelo de Ryanair entre Atenas y Vilna, forzado a aterrizar en Minsk por una supuesta amenaza de seguridad. Es absolutamente inadmisible", ha publicado Borrell en Twitter.
Borrell ha advertido de que consideran al Gobierno bielorruso "responsable de la seguridad de todos los pasajeros del avión". "Todos los pasajeros deben poder continuar con su viaje de inmediato", ha remachado.
En la misma línea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha calificado de "inadmisible" el incidente. "Cualquier violación de las leyes internacionales del transporte aéreo debe tener consecuencias", ha advertido.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha pedido una investigación de este "incidente grave y peligroso" y ha advertido de que están "vigilando estrechamente" la situación tanto del vuelo como del periodista detenido.
Mientras, el Ministerio de Asuntos Exteriores griego ha "condenado contundentemente" el "secuestro" del avión. "Grecia condena contundentemente el secuestro estatal que ha sido perpetrado hoy y que ha resultado en el aterrizaje forzoso en Minsk del vuelo Ryanair FR 4978 que cubría una ruta entre Atenas y Vilna", ha apuntado el Ministerio en un comunicado.
Atenas recuerda que en el avión viajaban 171 pasajeros, 11 de ellos de nacionalidad griega. Este acto ha puesto en peligro la vida de todos los pasajeros y es inaceptable", ha añadido Atenas, que ha condenado además la detención de Protasevich.
El periodista y activista formaba parte de una delegación que participó la semana pasada en el Foro de Delfi, en el que participan expertos, políticos y economistas. "Para Grecia, la defensa de valores fundamentales como la democracia, el estado de derecho o los derechos humanos es una cuestión de principios", ha remachado Atenas.
También un responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, Miguel Berger, ha exigido "explicaciones inmediatas" por el desvío del avión y la detención del periodista.
Acusaciones de terrorismo
Ya en noviembre pasado, el Comité de Seguridad de Bielorrusia (KGB) incluyó a Protasevich y a otro fundador de Nexta, Stepan Putilo, en su lista de personas implicadas en actos terroristas.
Las elecciones presidenciales del 9 de agosto de 2020 en Bielorrusia, que otorgaron un nuevo mandato a Lukashenko, dieron origen a varios meses de protestas. Lukashenko, en el poder desde 1994, obtuvo el 80,1 por ciento de los sufragios, frente al 10,1 por ciento de la opositora Tijanovskaya, según el escrutinio oficial.
La oposición bielorrusa denunció un fraude masivo y exigió repetir los comicios, opción que Lukashenko descartó por completo. Varios países, entre ellos Estados Unidos, miembros de la Unión Europea, el Reino Unido y Ucrania, no reconocieron esos comicios.
En cambio Rusia, China, varias naciones del espacio postsoviético, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Turquía, entre otros, dieron por válidos los resultados de la votación.