Israel ha vuelto a bombardear el campo de refugiados de Yabalia, el más grande de la Franja de Gaza, en un ataque que ha dejado 30 muertos y decenas de heridos. En esta ocasión, el ataque israelí se produjo contra una escuela de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos en Oriente Medio. Los centros de dicha institución son un punto habitual de refugio para los civiles desde el inicio del conflicto.
Según las informaciones recogidas por la agencia palestina de noticias WAFA, al menos 27 personas han muerto en el ataque contra este centro, que la agencia Maan ha identificado como una instalación de la UNRWA, mientras que otras dos personas han fallecido tras ser alcanzado un vehículo en el mismo campamento. El Ejército de Israel no se ha pronunciado por ahora sobre el bombardeo, el tercero en otros tantos días en Yabalia. En el primero, el ataque se saldó con más de 145 muertos.
La UNRWA indicó el miércoles que hasta ahora se ha confirmado la muerte de 70 de sus trabajadores en Gaza, a donde realizó una visita el comisionado del organismo, Philippe Lazzarini, quien subrayó que cada día "se vuelve más sombrío" a medida que siguen muriendo sus compañeros, y ha resaltado que la agencia se quedará en Gaza para "permanecer" junto a los palestinos refugiados y el resto de sus comunidades.
Los centros de Naciones Unidas refugian a casi 700.000 personas
El organismo ha señalado este mismo jueves que alrededor de 690.000 desplazados internos se encuentran refugiados en 149 instalaciones de la UNRWA. "Nuestros refugios están cuatro veces por encima de su capacidad y las condiciones de sobrepoblación siguen creando graves preocupaciones a nivel sanitario y de protección", ha dicho en un mensaje en su cuenta en la red social X.
Por su parte, las autoridades de la Franja, controlada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han indicado este mismo jueves que 195 personas murieron en los dos bombardeos ejecutados el martes y el miércoles por el Ejército de Israel contra el campamento de refugiados, que dejaron además 777 heridos y 120 desaparecidos bajo los escombros, por lo que no se descarta que el balance de fallecidos pueda aumentar durante las próximas horas.
El Ejército de Israel afirmó tras el bombardeo del martes que el ataque se había saldado con la muerte de "cerca de 50 terroristas", entre ellos el comandante del Batallón Central Yabalia de Hamás, Ibrahim Biari, "uno de los líderes" de los ataques ejecutados el 7 de octubre por el grupo islamista, al tiempo que reconoció que había causado un número no especificado de víctimas civiles.
Israel lanzó una ofensiva militar que incluye desde hace días operaciones terrestres en respuesta a los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás, que dejaron cerca de 1.400 muertos y más de 240 secuestrados, según los balances facilitados por las autoridades israelíes.
Las autoridades de la Franja de Gaza, controlada por Hamás, han elevado este mismo jueves a más de 9.000 los muertos por la ofensiva de Israel, mientras que la Autoridad Palestina ha denunciado más de 130 muertos en las operaciones de las fuerzas de seguridad y ataques por parte de colonos desde el 7 de octubre.