Miles de 'chalecos amarillos', que durante las últimas semanas han protagonizado manifestaciones, disturbios y cortes de carretera por todo Francia, han convocado este sábado una nueva concentración en la ciudad de Versalles, como parte de su lucha contra las reformas propuestas por el Ejecutivo francés.
El palacio de Versalles y sus jardines, un símbolo del poder estatal en Francia y una de las principales atracciones turísticas de Europa, se mantedrán cerrados durante toda la jornada del sábado con motivo de seguridad, ya que se esperan miles de manifestantes en la localidad de las afueras de París, a 20 kilómetros de la capital francesa.
Jean-Jacques Brot, el prefecto de la región de Yvelines, ha declarado que la manifestación se concentrará en la avenida principal de la ciudad, lo suficientemente lejos del palacio, punto central de la Revolución Francesa.
De acuerdo con fuentes de la Prefectura, se espera que al menos 1.400 personas acudan a la marcha en Versalles, que se podría reproducir en varios puntos de París de manera paralela.
"Ya estamos preparados para centrar las medidas en Versalles, pero podría producirse al mismo tiempo en otro lugar", comunicó el ministro del Interior francés, Christophe Castaner, este jueves.
Los líderes de los 'chalecos amarillos' han convocado nuevas manifestaciones este sábado y han animado a sus seguidores a bloquear las fronteras en el sexto fin de semana consecutivo de protestas, que han provocado graves disturbios en París y otras ciudades francesas.
9 muertos
Al menos nueve personas han perdido la vida en las protestas, en su mayoría en accidentes de tráfico provocados por los cortes de las carreteras. Los comercios, restaurantes y hoteles han perdido millones de euros en beneficios por la bajada de turismo en los días previos a la Navidad.
No obstante, el movimiento ha perdido parte de fuelle en los últimos días, con tan sólo 66.000 personas participando en las protestas de la semana pasada, en comparación con las más de 300.000 personas que se concentraron el 17 de noviembre.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado un paquete de medidas con un coste de más de 10.000 millones de euros con el objetivo de cumplir algunas de las demandas de los chalecos amarillos, como aumentar el salario mínimo y reducir los impuestos a los pensionistas.