El Ministerio de Cultura de Colombia ha retirado este viernes los monumentos a Cristóbal Colón e Isabel la Católica de la capital, Bogotá, después de que indígenas de la etnia misak intentaran derribarlas durante las protestas convocadas contra el Gobierno de Iván Duque.
Según las autoridades colombianas, la retirada de las estatuas tiene lugar debido a las dificultades que representaría una eventual restauración si son vandalizadas. El traslado de los monumentos tiene un coste de 26 millones de pesos (cerca de seis millones de euros), ha recogido Blu Radio.
La intención del Ministerio de Cultura es ahora comenzar un diálogo "abierto" con comunidades étnicas, historiadores y patrimonialistas sobre monumentos, muchos de ellos vandalizados en varias regiones del país durante las protestas, que se celebran desde hace más de un mes. En concreto, según ha detallado la ministra de Cultura colombiana, Angélica Mayolo, se revisarán los monumentos desde 1920.
Ataques al patrimonio
Mayolo ha expresado su "rechazo" a cualquier ataque al patrimonio y a los bienes de interés nacional y ha incidido en su "convencimiento" sobre la necesidad de un diálogo "para que todos los sectores del país sientan que los símbolos realmente representan y aportan a la historia desde las visiones diferentes que tenemos en nuestra sociedad".
En este sentido, ha sostenido que el patrimonio es "una forma de relatar la historia" y que esta "sirve también para conservar memoria de lo que ha pasado con nuestra sociedad". "Hemos visto en el mundo, también, monumentos que reflejan violaciones a los Derechos Humanos como ejercicios de reflexión colectiva", ha agregado, antes de desvelar que el diálogo servirá para concretar si se quieren "símbolos de reflexión colectivos y otros que deberán hacerse para resignificar el valor de comunidades que no se han sentido representadas".
Los indígenas intentaron derribar las estatuas, ubicadas en las inmediaciones del Aeropuerto El Dorado, el miércoles. Fue necesaria la intervención de la Policía colombiana para asegurar los monumentos. Indígenas también misak derribaron el pasado 7 de mayo la estatua del conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada, que estaba situada en el centro de la capital.