La deforestación en la Amazonia brasileña ha alcanzado un 88,4% durante junio respecto al mismo mes del año anterior, el segundo mes consecutivo de alza bajo la presidencia de Jair Bolsonaro.
Los datos recabados por la agencia espacial de Brasil muestran que la deforestación afecta ya a 4.565 kilómetros cuadrados, un 15 por ciento más respecto al año anterior, a la espera de sumar la cifra de julio, cuando se completará el recuento de doce meses.
Las organizaciones de defensa del medio ambiente han culpado de este deterioro a Bolsonaro, que ha apostado por la explotación industrial de la Amazonia derivando gran parte de las competencias que hasta ahora tenía la agencia de protección del medio ambiente en Brasil, IBAMA, a ministerios económicos.
"Bolsonaro ha agravado la situación"
"Bolsonaro ha agravado la situación", ha dicho Paulo Barreto, investigador de la ONG brasileña Imazon, que ha reprochado al líder ultraderechista tanto sus políticas como su "fuerte ataque retórico".
En la misma línea, Paulo Adario, de Greenpeace, ha comentado que "todo indica" que la deforestación ha empeorado con Bolsonaro, si bien ha confiado en que los nuevos datos obliguen al Gobierno brasileño a actuar.
"Cuando tengan los números definitivos, si realmente es mucho, será una pesadilla para Bolsonaro", ha augurado Adario. "Esto es algo muy importante desde el punto de vista internacional y brasileño porque la Amazonia es un icono", ha señalado.
"Estamos adoptando todas las medidas para combatir la deforestación ilegal", ha afirmado, por su parte, el ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, a Reuters. "Esta semana hemos tenido 17 equipos del IBAMA (trabajando) simultáneamente en toda la Amazonía", ha apuntado.
El gigante suramericano alberga el 60 por ciento de la Amazonia, que es la mayor selva tropical del mundo y, como tal, clave en la lucha contra el cambio climático.