Por su Constitución, Francia exige a sus presidentes que, a finales del mandato, declaren públicamente su patrimonio en el Boletín Oficial. De 2,1 a 2,7 millones de euros, el patrimonio de Nicolas Sarkozy ha incrementado en 600.000 euros durante su mandato, esencialmente en seguros de vida, ya que, en 2007 tanto como en 2012, el presidente galo no declara ningún bien inmobiliario o mobiliario ni inversión en bolsa.
En los seguros de vida, grandes cambios: en 2007, Nicolas Sarkozy subscribió un contrato de 135.679 € en la empresa de seguros Neuflize Vie y otro en la Société Générale por más de 1.900.000 €. En 2012, el presidente declara más de 2.584.000 € en seguros de vida con Neuflize OBC y HSBC France: en cinco años, el patrimonio en seguros de vida de Nicolas Sarkozy aumentó en más de 540.000 euros.
Colección de 100.000 euros
Cosa rara: aparece en 2012, en el rubro "Colecciones, objetos de arte, joyas, piedras preciosas, oro" que el presidente tiene una colección de autógrafos, relojes y estatuillas valorada en 100.000 euros. En contraste, su colección de sellos sólo tiene “valor emocional”.
Pocos detalles destacan de sus fondos en empresas. En 2007 igual que en 2012, Nicolas Sarkozy posee el 34% de la sociedad jurídica Selas CSC, pero el documento oficial no especifica el valor que representan esas acciones. Si el presidente ha prestado su aval a un préstamo de 544.000 para la misma empresa de abogados, los únicos pasivos de Nicolas Sarkozy no son más que la entrega de una pensión alimenticia a su exmujer Cécilia Attias de 3.000 euros al mes y una prestación compensatoria a su primera mujer, Marie-Dominique Culioli.
1,17 millones de euros, el patrimonio de François Hollande
Si esa publicación patrimonial puede ser peligrosa para Nicolas Sarkozy, ya famoso por ser el ‘presidente de los ricos’ y haber elevado su retribución del 170% durante su mandato, tampoco el candidato socialista François Hollande es un ejemplo de virtud. Prometió no esconder nada de su fortuna en enero, cuando presentó su programa, pero no hizo su patrimonio público desde entonces. Sólo dio algunos detalles a la revista gala L’Express: el candidato alquila un piso en París y otro en Tulle, donde es presidente de departamento, pero es propietario de un chalé provenzal por un valor de 800.000 euros. También tiene participaciones en la empresa inmobiliaria que gestiona el piso de su padre y el de su hermano, por valor de 370.000 euros. Con sus ingresos de 78.500 euros al año, François Hollande dice poseer un patrimonio de 1,17 millones de euros. No paga el impuesto sobre el patrimonio, cuyo límite alcanza los 1,3 millones de euros, el mismo limite que decidió el Gobierno de… Nicolas Sarkozy.
El misterioso patrimonio de Chirac
Por haber ganado las elecciones y como presidente, Jacques Chirac tuvo que presentar su patrimonio en 1995, 2002 y 2007. Con unos bienes valorados en 1,3 millones de euros en 1995, 1,7 millones en 2002 y… 1,4 millones de euros en 2007. Mejor dicho, Jacques Chirac perdió 300.000 euros en cinco años. Sin embargo, el único cambio en la última declaración es la transmisión de un apartamento parisino a su hija Claude Chirac en 2004. Tampoco aumentó el importe de sus cuentas corrientes, en 1995 tenía 130.570 euros disponibles y en 2007, 74.000 euros, a pesar de haber percibido durante 12 años su sueldo de presidente y cinco pensiones de varios cargos políticos, el equivalente a 2,5 millones de euros en total.
El 'modesto' y generoso François Mitterrand
Cuando declara por primera vez su patrimonio en 1988, François Mitterrand lo hace con la mayor discreción posible. Sólo declara sus bienes inmobiliarios (un edificio en París y varias residencias en Francia) por el valor del que los adquirió en 1971. Con sus ingresos, el total no supera los 500.000 euros. Pero en 1995, el viejo presidente deja el poder aclarando el valor real de todos sus bienes y llega a revelar un patrimonio de 1,1 millones de euros. De modesto, François Mitterrand se convirtió en un acomodado que paga el impuesto sobre patrimonio. Pero, en un acto supuestamente generoso, el presidente entrega a la nación los regalos recibidos en su calidad de presidente, así como una colección personal de libros antiguos y cuadros cuyo valor preciso nunca se conocerá.