El partido-milicia libanés Hezbolá, el mayor grupo armado de Oriente Medio, ha anunciado el fin de la movilización militar "excepcional" contra Israel tras firmar las autoridades de ambos países un acuerdo para delimitar las fronteras marítimas entre sí. El líder de la milicia, Hasán Nasralá, ha declarado como "terminadas" todas "las medidas excepcionales y especiales y la movilización llevada a cabo por la resistencia durante varios meses" en un discurso televisado.
El delineado de estas fronteras es "una gran, gran, gran, victoria para Líbano" y la Resistencia, como se autodenomina el movimiento político y armado chií. "La experiencia con el asunto de la demarcación fronteriza fue rica y muy importante a nivel del Líbano y de la Resistencia, y merece ser considerada con cuidado", afirmó Nasralá, al augurar que la nación de los cedros entrará en una "nueva etapa" tras la firma del pacto.
Esta demarcación de fronteras, sin embargo, no equivale a un "tratado internacional" o una "normalización" con Israel según el líder libanés. Esto se debe a que el documento oficial que el Líbano obtendrá como prueba del acuerdo no lleva rúbrica por parte del lado israelí. De hecho, afirma, las autoridades libanesas se han asegurado de forma "meticulosa" de que el pacto no implique en ningún caso a una normalización de relaciones.
Acuerdo histórico
El Líbano e Israel han oficializado el acuerdo con el que demarcan sus fronteras marítimas en la localidad libanesa de Naqoura, en la frontera con el Estado judío, teniendo como mediador al estadounidense Amos Hochstein.
Tanto Israel como Líbano acordaron reconocer la frontera fijada con boyas por Israel, permitiendo a Beirut disfrutar del área al norte de la Línea 23, incluido el campo de Qana, mientras que las autoridades israelíes mantienen el control sobre el de Karish, cuya explotación ya ha comenzado. Por su parte, la delegación judía también ha confirmado la formalización del acuerdo una vez su representante regresó a territorio israelí en la costa mediterránea.
Las dos naciones no mantienen relaciones diplomáticas y están técnicamente en guerra. El diálogo para diseñar la división marítima entre ambos comenzó en octubre de 2020 y lo retomaron este verano, después de que los desacuerdos en las demandas básicas de ambos Estados paralizaran las negociaciones.
Celebrado por la ONU
Es un "logro histórico", según ha celebrado la coordinadora para Líbano de Naciones Unidas, Joanna Wronecka, que confía en que el 'acercamiento' entre ambas naciones en conflicto sea un paso adelante para promover la estabilidad y la seguridad en la región, además de un impulso económico.
Wronecka ha agradecido la disposición de Líbano e Israel para alcanzar este acuerdo y, en el caso de Beirut, también ha destacado la unidad que han demostrado sus líderes políticos, una postura común que podría suponer un primer paso para generar en el futuro consenso en torno a temas de interés nacional.