El Tribunal de Gran Instancia de Nanterre, a las afueras de París, anuló este jueves la suspensión de militancia en el Frente Nacional (FN) del fundador de esa formación ultraderechista francesa, Jean-Marie Le Pen, según recoge Efe.
La dirección del partido, encabezada por su hija Marine, decidió suspenderle el pasado mayo de su proyecto político tras unas declaraciones en las que consideró las cámaras de gas de la Alemania nazi como un "detalle" de la historia.
La decisión judicial, según indicó al canal de televisión BFMTV su abogado, Frédéric Joachim, implica que a partir de este viernes el patriarca del clan Le Pen puede volver a usar su despacho y todos los medios de los que dispone en su calidad de afiliado, a menos que este dictamen sea revocado en apelación.
El octogenario político ultranacionalista llevó al FN a los tribunales porque no estaba de acuerdo con la interpretación que su comité ejecutivo hizo de los estatutos del partido que cofundó en 1972, en virtud de la cual quedó anulada su militancia.
Tras esa expulsión de Le Pen padre, el FN se dio un plazo de tres meses para suprimir el artículo sobre la presidencia de honor, ocupada por éste, y llevar a cabo una reforma más amplia de los estatutos a través de un congreso extraordinario este mes de julio.
El FN indicó en un comunicado que toma nota de la decisión del tribunal de Nanterre y anunció que la va a recurrir. Indicó que ese dictamen, en su opinión, solo tiene un efecto, "permitir a Jean-Marie Le Pen votar en el congreso, cuyos resultados se conocerán dentro de ocho días, el próximo 10 de julio".
El vicepresidente de la agrupación y brazo derecho de Marine, Florian Philippot, había afirmado poco antes que esa resolución "no cambia gran cosa porque nadie puede pensar que Le Pen, repudiado por su propia hija, sigue hablando en nombre" del partido. A su juicio, la actual líder de la formación "asumió su responsabilidad" al decidir expulsarle ante unas declaraciones "inadmisibles e intolerables" y sobre las que cree que ya se ha "pasado página".
Esa medida desató una tormenta político-familiar que llevó al patriarca, de 87 años, a despotricar públicamente de su hija y del partido y a anunciar que está dispuesto a crear una nueva formación que integre a los indignados con la línea política del FN y contribuya a restablecer la seguida desde sus inicios.
Un sondeo efectuado por YouGov y publicado hoy por el diario "HuffingtonPost" y la cadena I-télé reveló que el 69% de los encuestados es partidario de la retirada definitiva de Le Pen de la vida política, porcentaje que entre los simpatizantes del FN se eleva al 73%.