El juez de control José Artemio Zúñiga imputó este martes al exdirector de Pemex Emilio Lozoya por el delito de operación de recursos de procedencia ilícita pero no le impuso prisión preventiva a pesar de haberse fugado del país el año pasado.
La medida cautelar adoptada por el juez consiste en mantener la vigilancia policial a Lozoya mientras siga en el hospital, donde fue internado con anemia tras su extradición desde España el pasado 17 de julio, y la prohibición de salir del país una vez sea dado de alta.
Ya que la Fiscalía General de la República no solicitó la prisión preventiva para Lozoya, el juez determinó que sea vigilado mediante un brazalete electrónico y que se presente ante la justicia dos veces al mes.
Por lo tanto, el que fuera director de Petróleos Mexicanos (Pemex) entre 2012 y 2016, durante el mandato de Enrique Peña Nieto, afrontará en libertad la acusación de haber participado en la compra irregular de una planta de fertilizantes inservible en 2013 tras recibir un soborno con el que adquirió una casa.
Lozoya fue capturado el pasado febrero en España y aceptó ser extraditado a México tras acordar con la Fiscalía una reducción de su pena a cambio de revelar la identidad de otros implicados en tramas de corrupción en el gobierno de Peña Nieto (2012-2018).
Lozoya no solo defendió su inocencia, sino que aseguró que durante las investigaciones en su contra ha sido "sistemáticamente intimidado, presionado e instrumentalizado"
De acuerdo con la transcripción ofrecida por el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), ya que la prensa no pudo estar en la audiencia por la covid-19, el juez concedió a la Fiscalía seis meses para completar la investigación.
Durante la audiencia, la Fiscalía, la Unidad de Inteligencia Financiera del Gobierno y la actual dirección de Pemex pidieron la imputación de Lozoya por el delito de operación de recursos de procedencia ilícita.
Lo acusaron de haber adquirido una casa mediante un soborno del empresario Alonso Ancira, director de Altos Hornos de México arrestado en España, a quien luego devolvió el favor cuando Pemex le compró a sobreprecio una planta de fertilizantes inservible.
Lozoya respondió que no es "responsable ni culpable" de estas acusaciones además de que la compra de la casa fue anterior al relato de la Fiscalía y la declaró debidamente cuando asumió la dirección de Pemex en diciembre de 2012.
"Sistemáticamente intimidado"
Pero Lozoya no solo defendió su inocencia, sino que aseguró que durante las investigaciones en su contra ha sido "sistemáticamente intimidado, presionado e instrumentalizado".
"Denunciaré y señalaré a los autores de estos hechos y vuelvo a reiterar mi compromiso de colaborar con las autoridades el Estado mexicano", añadió.
Este miércoles, Lozoya está citado a otra audiencia sobre otro caso del que se le acusa, el haber recibido sobornos de la trama Oderecht utilizados en la campaña electoral y el gobierno de Peña Nieto.