La noche del viernes, Marruecos vivió una de las mayores tragedias de su historia. Un terremoto de magnitud 6,8 barrió la zona cercana a Marrakech, dejando ya más de 2.000 muertes y 1.000 heridos de alta gravedad. Además de los costes humanos, también se han producido daños materiales como el derrumbamiento de edificios, viviendas y otras infraestructuras.
Desde que el temblor tuvo lugar, los expertos han especulado con la posibilidad de réplicas durante las horas posteriores al desastre. En concreto, desde el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) advierten de una réplica que podría alcanzar una magnitud de 5,5. "Cuando ocurra, va a volver a golpear a todos aquellos edificios ya dañados", ha asegurado Raúl Pérez López, geólogo de emergencias de esta institución, al diario ABC.
Cuanto más tiempo pase, más se reducirá el riesgo de una réplica, pero, por ahora, el sismo está aún demasiado reciente como para descartar que esto llegue a ocurrir. Aunque estas repeticiones pueden llegar a producirse hasta semanas después, lo normal que es que tengan lugar tan solo horas después del suceso.
En ocasiones, puede darse que una repetición tenga una magnitud mayor a la del terremoto principal, que dejaría entonces de llamarse así para pasar a ser un sismo previo. Para ser consideradas como tal, las réplicas deben tener una intensidad menor a la de la primera sacudida.
Muchos vecinos regresan ya a sus casas, o lo que queda de ellas, 24 horas después del desastre que cambió sus vidas por completo. Otros temen hacerlo precisamente por estas posibles réplicas, por lo que prefieren pasar otra noche más a la intemperie y alejados de los edificios altos por si una nueva sacudida provoca su derrumbamiento.
«Estamos aquí por precaución. No tengo miedo porque soy creyente, pero no podemos volver a casa», afirma Mohamed Salah, joven afectado por el temblor, en unas declaraciones recogidas por ABC. Otros se han desplazado a las afueras para buscar un sitio donde pasar las horas hasta que la situación se estabilice. El hotel de lujo del jugador de fútbol Cristiano Ronaldo está sirviendo como refugio a muchos de estos afectados.
El gobierno marroquí ha decretado tres días de luto tras la tragedia, mientras que la comunidad internacional se vuelca con el país y ofrece su ayuda para unas tareas de rescate que todavía no cesan.