Al menos 35 personas, entre ellas tres niños, han muerto a causa del derrumbe parcial de un viaducto atravesado por una autopista a las afueras de la ciudad italiana de Génova, según han informado las autoridades locales, después de que los equipos de bomberos trabajaran durante toda la noche en la búsqueda de supervivientes bajo los escombros.
"El último número oficial es de 35, pero no podemos descartar que pueda aumentar", ha señalado la portavoz de la Policía de Génova. Según los medios locales, entre los fallecidos hay tres niños de 8, 12 y 13 años. Además, hay al menos 16 heridos, muchos de los cuales se encuentran en estado grave.
Las labores de rescate han continuado durante toda la noche y en ellas participan alrededor de un millar de efectivos, entre bomberos y miembros de los cuerpos de seguridad, llegados algunos de ellos de las regiones cercanas. Según el diario 'La Repubblica', hay al menos tres personas desaparecidas, entre las que podría figurar un ciudadano chileno.
La sección central del puente de Morandi, ubicado entre las ciudades de Polcevera y Génova y atravesado por la A10, se derrumbó en torno al mediodía de este martes por causas aún sin esclarecer, si bien se apunta a que podría tratarse de un fallo estructural.
El director de Protección Civil, Luigi D'Angelo, ha contado que en el momento del accidente había entre 30 y 35 vehículos usándolo. Además de los conductores y pasajeros de dichos vehículos, también se han visto afectados varios edificios de la zona, que han quedado sepultados por los escombros del puente.
Hasta el lugar de la tragedia llegaron este martes la ministra de Defensa, Elisabetta Trenta, y el primer ministro, Giuseppe Conte, y para este miércoles se espera la llegada del ministro del Interior, Matteo Salvini, y el otro viceprimer ministro, Luigi Di Maio.
El Ayuntamiento de Génova ha declarado dos días de luto oficial durante los cuales las banderas de los edificios oficiales ondearán a media asta.
INVESTIGACIÓN
El fiscal jefe de Génova, Francesco Cozzi, ha anunciado que iniciará una investigación por "homicidio múltiple y desastre culposo" para depurar responsabilidades por el desprendimiento de un tramo de casi 200 metros por lo que se cree que sería un fallo estructural.
El presidente italiano, Sergio Mattarella, ha calificado de "absurda y espantosa" la tragedia en Génova y ha advertido de que "ninguna autoridad podrá escapar al ejercicio de la plena responsabilidad". "La conciencia de toda una sociedad lo demanda", ha sostenido en un comunicado.
En la misma línea se ha expresado Salvini: "He cruzado ese puente cientos de veces. Ahora, como ciudadano italiano, haré todo lo posible para conseguir los nombres y apellidos de los responsables, antiguos y actuales, porque es inaceptable que la gente muera así en Italia". "Lo pagarán caro", ha subrayado en Twitter.
Autostrade Italia, que se encarga del mantenimiento del viaducto, ha asegurado que "la causa del derrumbe será objeto de un profundo análisis en cuanto sea posible acceder al lugar con seguridad". Además, ha prometido "reconstruir el viaducto en el menor tiempo posible de una manera eficiente y segura".
PROBLEMA CON LAS INFRAESTRUCTURAS
El viceministro de Infraestructura, Edoardo Rixi, ha anunciado que "todo el puente de Morandi será demolido con graves repercusiones para el tráfico y problemas para los ciudadanos". No obstante, ha apuntado que ya se está trabajando en otra alternativa.
La infraestructura, de un kilómetro de largo y 90 metros de altura, fue construida en la década de los años 70 y había sido reformada en los últimos años. Actualmente, Autostrade Italia llevaba a cabo obras de mantenimiento en el viaducto.
Italia ya sufrió el año pasado el desplome de un puente en la provincia de Ancona, en la zona oeste del país. Un matrimonio perdió la vida cuando su vehículo quedó atrapado bajo un paso elevado que atravesaba una autopista en la localidad de Camerano.
El primer ministro ha anunciado que el Gobierno pondrá en marcha "un plan extraordinario para supervisar todas las infraestructuras del país, especialmente las más antiguas". "Los controles serán muy estrictos porque no podemos permitirnos otra tragedia", ha subrayado tras celebrar una reunión de emergencia en Génova.