Además de haber causado ya decenas de muertos y cerca de 100.000 desplazados, según la ONU, la retirada de Estados Unidos del noreste de Siria y la ofensiva iniciada esta semana por Turquía en esa región han suscitado un temor común entre los países europeos: el posible resurgimiento de Estado Islámico en la zona donde en su día los radicales yihadistas erigieron su Califato. "Esto supone un riesgo de ayudar a Estado Islámico a reconstruir su califato, esa es una responsabilidad que asume Turquía", señalaba el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para condenar la ofensiva turca en la región. Un temor que también han expresado dirigentes de otros países europeos, como Alemania, e incluso el presidente de Rusia, Vladimir Putin.Y es que, con la retirada de sus tropas de la zona, el presidente norteamericano, Donald Trump, ha dejado sin protección a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS). La milicia kurda a la que Estados Unidos armó y entrenó, y cuyo papel fue clave para hacer caer el califato de Estado Islámico, custodia a miles de combatientes de Daesh en distintos centros de detención en el norte de Siria. Y ahora podrían quedar libres.
El FDS afirma custodiar a más de 12.000 miembros de Estado Islámico en siete centros de detención y que al menos 4.000 de ellos son extranjeros
"Es una posibilidad real que esto pueda provocar una reactivación de Estado Islámico. A medida que Turquía intensifique sus operaciones y pase de los bombardeos aéreos a operaciones terrestres, los kurdos irán replegándose a las ciudades, abandonarán la custodia de los centros de detención y los miembros de Daesh pueden quedar libres", señala a Vozpópuli Félix Arteaga, especialista en estudios internacionales y estratégicos del Real Instituto Elcano. "No está entre los objetivos de Turquía hacerse cargo de estos prisioneros", añade.Con su ataque a la milicia kurda, a la que Turquía considera un grupo terrorista, el presidente turco, Recep Tayip Erdogan, oficialmente asegura querer crear en el noreste de siria una "zona de seguridad" libre de milicianos kurdos para reubicar allí a los 3,5 millones de refugiados sirios que hay actualmente en territorio turco. "Las intervenciones turcas se hacen con un ojo en el campo de batalla y otro mirando hacia dentro. A Erdogan las elecciones locales y las dimisiones en su partido le han debilitado. Si esto le sale bien, buscará recuperar una posición de fuerza", explica Eduard Soler, especialista del Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona (CIDOB).
Daesh y refugiados, amenazas de Erdogan y Trump a la UE
El FDS dice custodiar a más de 12.000 miembros de EI en siete centros de detención en la zona que está siendo atacada por Turquía, y que al menos 4.000 de ellos son extranjeros. No obstante, los expertos consideran que en esa cifra la milicia kurda incluye también a los familiares que los acompañan, por lo que en realidad son entre 1.000 y 2.000 los excombatientes de Estado Islámico que podrían quedar libres. "Los refugiados y los excombatientes de Daesh serán clave en la estrategia turca. Son una especie de arma nuclear y ya sabemos de qué va esto: de disuasión", opina Soler. Precisamente, para intentar aplacar las críticas de los países europeos, Erdogan amenazó el jueves con enviar a la Unión Europea a los más de 3,5 millones de refugiados sirios que tiene en su territorio.En la misma línea, Donald Trump aseguró que no le importa que los excombatientes de Estado Islámico queden libres porque "van a escapar a Europa, que es donde quieren ir, a sus casas". "Europa no quiso que se los diéramos", indicó el mandatario estadounidense en plenas tensiones comerciales con la UE y sacando a la luz sus diferencias con los Veintisiete en Siria. El mandatario estadounidense cumple así su promesa de retirar a sus soldados del norte de Siria una vez que Estado Islámico ha sido derrotado y de paso recuerda a Europa su falta de compromiso y acción en la guerra siria y en la lucha contra Daesh.
Escaso margen de maniobra para Europa
"La UE no ha sido actor ni protagonista en el conflicto sirio por la falta de consenso en su seno sobre cómo abordar la situación. Solo se mostró dispuesta a participar en la reconstrucción. La presión migratoria ejercida desde Turquía es algo a lo que Europa tiene miedo y Turquía es un aliado fundamental para la OTAN, por lo que no creo que Europa pueda hacer nada para frenar la ofensiva", indica Arteaga. No obstante, el especialista del Real Instituto Elcano contradice a Trump y no cree que los combatientes extranjeros de Estado Islámico vayan a regresar a Europa, También considera "complicado" que puedan erigir un nuevo Califato."Dadas las actuales condiciones sobre el terreno, es más probable que se muevan a países vecinos y que pasen a engrosar las filas de otras milicias islamistas, pero no debemos subestimarlos. Ya hace siete u ocho años se les dio por derrotados en Irak y luego fueron capaces de crear un califato", recuerda. "Con esta incursión estamos ante un riesgo muy latente de que estos prisioneros escapen y vuelvan a insertarse en dinámicas militares, poniendo en riesgo no solo a la propia población kurda sino también la seguridad regional de los estados con los que colinda esta frontera", reafirma por su parte Moisés Garduño, especialista en Oriente Medio de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La presencia militar de España en Turquía
En cuanto a España, el margen de respuesta también es limitado. La Ministra de Defensa, Margarita Robles, ha abierto la puerta a plantear a la OTAN la retirada de los 149 militares españoles desplegados en Turquía en el marco de la misión Active Fence si continúa la ofensiva turca en el norte de Siria.Los soldados españoles están a cargo de una batería antimisiles Patriot, compuesta por seis lanzadores de misiles interceptores tierra-aire y un radar asociación en la base de Incirlik, a las afueras de la localidad turca de Adana, a un centenar de kilómetros de la frontera turco-siria.
La Ministra de Defensa, Margarita Robles, ha abierto la puerta a plantear a la OTAN la retirada de los 149 militares españoles desplegados en Turquía en el marco de la misión Active Fence
"Tendrá que ser la OTAN quien valore si esa misión sigue teniendo sentido o si hay que seguir defendiendo a la población turca del lanzamiento de misiles desde el lado sirio de la frontera", indica Arteaga. "Adoptar esa decisión de forma unilateral no tendría ningún beneficio diplomático para España. Turquía es un importante aliado militar y económico, sólo tendría sentido si se produce una decisión colectiva de la Alianza Atlántica o de la UE", agrega el experto.